Ranmaneos

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Capítulo 2


Ese día tan temido, esperado, llegó. No nos dejaron otra elección. ésta vez si que no era un invento paterno. La ceremonia pasó casi sin darme cuenta. Lo que me preocupaba en realidad era la noche de bodas, y la reacción de Akane. Nabiki había hecho las cosas muy bien, ella tenía experiencia, además que se había confesado homosexual para no tener que casarse ella conmigo. Me ayudó a confesarle mis sentimientos a Akane, le ayudó a ella a su despertar sexual. De a poco, con mucho tacto, y me imagino que más de alguna salvajada ha debido hacer. Con esa chica no hay por donde tomarla. Es genial, sí, pero muy salvaje. Yo espero que Akane sea más recatada, aunque como vi, va por las mismas huellas. Me gustaría que ella estuviera hoy en la noche, pero quiere mantenerse al margen. Supongo que la chiva de que papá y tío Soun estarán viéndonos es invento de ella.

Bien, llegó la hora, abrazo a Akane, y percibo a través del kilo de ropa lo tensa que está. Mierda. La llevo a la alcoba, y tapo todos los agujeros. Ella se desviste ahí mismo, y le ordeno que se meta a la cama. Sigue tiesa. En fin, me desvisto, la beso para que se ablande, pero no hace mucho caso. “Sólo relájate” le susurro cuando me subo encima de ella. Con suavidad le separo las piernas. Ella está muy tensa. Trato de hacerla entrar en calor con los artilugios que sé, como lamerle los pezones, sigo hacia abajo, y por inercia casi empiezo a hacerle sexo oral. Esto parece que la relaja. Noto cuando está a punto de terminar, y paro. Eso deberá hacerlo conmigo. La beso en la boca y esta vez sus piernas húmedas se abren a mi paso. Entro de un golpe, queriendo acabar con esto rápidamente. Ni siquiera aprecio mucho el cuerpo de Akane, noto que éste se arquea. El recuerdo de Soun llorando en mi hombro y rogándome que tratara bien a su hijita me repugna. Lo tuvieron que sujetar cuando me la traje a este asqueroso ritual. La siento acabar, e intentar salir de mí, pero yo aún no he acabado. Empiezo a moverme más y más rápido, la siento como se queja, pero no paro. Grita ahora, no parece que le haya hecho daño. Más parece que está vez acabó en grande. Grito yo también, ella me mira, había estado con los ojos cerrados todo este rato, le sonrío, y me voy al baño. Una cerda como ella que se acuesta con la hermana, suspiro, y quisiera que Duo estuviese aquí, abajo mío, en vez de esa tonta de Akane. Debajo de la ventana, celebran aún. Ya es de madrugada. Akane espera por más en la cama. Quito bruscamente la sábana, no quiero que se acostumbre a estas regalías, espero que luego quede embarazada, pero con lo histérica que es...Salgo al balcón a mostrar a todos que Ranma Saotome es triunfante de todas las batallas que pelea. Una mancha roja lo demuestra. Duo me mira serio bebiendo un vaso, mientras todos celebran yo sólo lo miro a él.

Dejo la sábana, y me volteo. Akane me mira desnuda, horrorizada, con el rostro rojo y cubierto con sus manos. Levanto las cejas en señal de pregunta. Su cuerpo sudado expresa un grito silencioso de horror y vergüenza.

-Nos dejamos caer en su estúpido juego, y ahora vamos a fingir que somos felices hasta el final, ¿entiendes?

-¡Akane!–Entra Nabiki contenta. Al vernos serios, cierra con pestillo la puerta, y yo cierro la puerta–ventana al balcón—Akane, todo salió bien, podemos seguir como antes, ¿no te da gusto? –Trato de animarla.

-Sí. Es sólo que me dio vergüenza.

-No te preocupes, se pasará. Además...

-Tengo cosas que hacer–Tomé mi doggi de entrenamiento, y me fui al gimnasio. Allí estaba el dulce trenzado, el ser más hermoso que haya visto en mi vida.

-Vaya, Ranma, creo que te fue muy bien, ¿no? Tu esposa es muy bonita.

-No tanto como Hilde, Duo. –Me acerqué a acariciarle el pelo.

-¡No podemos seguir!—Se volteó de espaldas a mí–Ahora somos hombres casados, nosotros...

-Debimos haber seguido el ejemplo de Heero y Yamato...

-Sí, lástima que murieran en ese accidente. Pero no me cambies el tema...

-La verdad, Duo, yo me quería casar contigo, y te lo dije. Pero como debo seguir el ritual...

-Sí, y deberás tener un hijo, no puedes criar un niño así, ¿sabes? Es una maldad. No puedes traer un hijo sin padre. Hasta que ese niño nazca, nos veremos cada vez menos hasta que ya no nos veremos más, ¿de acuerdo?

-Sí, Duo.

Primera batalla perdida de Ranma Saotome, parece que todas las anteriores no me prepararon para esta derrota. Fui derrotado por la vida, el destino.

-Aprenderás a amar a Akane, algún día. Trata de ser feliz con ella.

-No puedo. Ella ama a otra persona.

-¿A quién?

-A su propia hermana Nabiki.

-Mh, interesante. Yo sólo sabía de Setsuna y Sara, pero no que eso también se daba entre chicas...

-Es más común de lo que creen–Nabiki interrumpió–¿Así que este es al ser que amas? Debería darte vergüenza, Ranma. Akane te ama a ti, yo sólo la preparé. Me voy a vivir con Hikari de Magic Knigt Rayehearts.


Nota de la autora: Definitivo, estoy cada día más loca. Creí que esto iba a ser aunque sea medianamente shojo, pero contra más lo avanzo, creo que más lemon es. Y Yaoi, no lo había pensado. Espero que les haya gustado el segundo capítulo, aunque corto como el primero. A lo mejor después los uno y hago un fanfic largo.