El Calor De Un... ¿Corazón De Hielo?

 

Continuación...

Y bien, ambos chicos habían salido, como habían quedado. Mientras caminaban Nabiki preguntó...

- Y bueno Ryouga, ¿Adonde me llevarás?

- Em... - "dijo" este pensando- pues... ¿Te parece si vamos a ver una película?

- Genial- decía sarcásticamente- me invitan a salir y ni siquiera sabe donde llevarme.

- ¡Oye! La cita fue tu idea.

Ryouga al caminar, dobla en una esquina, Nabiki lo mira y dice:

- Em... Ryouga...

- ¿Sí? ¿Qué pasa? - pregunta inocentemente.

- El centro es por ahí... - dice con una gota en la cabeza.

Señalando el camino contrario, Nabiki pone una mano en su frente y lo toma de la mano.

- Ven...

- ¿Pero qué?

- Si no, te vas a perder- dice con una sonrisa...

- Bueno... bueno - le responde sonrojado.

En el camino...

- ¿Así que ellos fueron y no te llevaron?... Eso es cruel...

- Ni modo, que se le va hacer...

En eso, al llegar...

- Bien, aquí estamos, ¿Qué quieres hacer?

- ¿Está bien ver una película y... luego... a cenar?

- De acuerdo...

Ambos se dirigen a una plaza conocida, se acercan a la cartelera y proponen ideas...

- ¡Ya sé! El beso del dragón- sugiere el chico.

- No... una pareja casi perfecta...

- ¿Esa? es aburrida...

- La otra muy sangrienta.

En vista de que no se pusieron de acuerdo...

- Bueno, ¿Te parece esa?

- ¿Lo que ellas quieren? Bien, entremos... - accede ella.

Ryouga y ella entraron al cine, lentamente van avanzando hasta que encuentran unos lugares vacíos en unas de las filas... se sientan y comienzan a ver la película...

Al poco rato...

- Ryouga...

- ¿Sí?... ¿Qué pasa?

- Tengo ganas de comer palomitas.

- ¿Sí? Yo también, ve a comprarlas...

- ...

Corte a: Ryouga aterrizando en la dulcería del cine

- Vaya, esa chica no aguanta una broma...

Funcionario: ¿Está bien señor?

Le pregunta ya que acaba de atravesar el techo.

- Si... - sonríe sacudiendo su ropa- me da un vaso de palomitas y 2 refrescos grandes.

Al regresar...

- ¿Mis palomitas?

- Aquí están.

Ya más tarde terminada la película.

- ¿Estuvo muy bonita verdad?

- Si... creí que nunca me gustarían las comedias románticas- confiesa él.

- Bien, ¿qué haremos? Son las 8:00 apenas- Avisa Nabiki.

- Bien, ¿Qué tal si caminamos por el parque? - pregunta mirándola.

- Bien, pero...

- ¿Qué?

- El parque es del otro lado- dice esta con una sonrisa nerviosa mientras que el chico se cae de espaldas.

Un rato después se encontraban caminando por el parque... mirándose de repente y sonrojándose...

- ¿Nos sentamos en esa banca? - pregunta Nabiki.

- Claro.

El chico comienza a mirar las estrellas...

- ¿Qué tanto les miras?

- Es que... cuando estaba en alguno de mis viajes las contaba.

- Es tonto contar estrellas...

- ¿Por que?

- Es una perdida de tiempo... sabes que no terminarás.

Ryouga la miró y le sonrió tiernamente.

- Tú lo ves desde ese punto de vista, yo lo veo desde otro punto de vista...

- A ver... ¿Por qué no es tonto contar estrellas?

- Bien, para mí, es como una ilusión... porque... no sé, cada noche, al contarlas te relaja tanto que... recuerdas el porque estas aquí, para querer a alguien y que ese alguien te quiera... al ser las estrellas incontables, son como las oportunidades que tienes para encontrar a esa persona elegida que es solo para ti... por eso, noche tras noche... me gusta contarlas... la ilusión es que en una de esas noches... no las contarás solo...

Nabiki se quedó mirándolo...

- Eres un romántico sin remedio querido Ryouga.

Ryouga bajó el rostro y se sonrojó.

- Bien... ya es un poco tarde... ¿Te parece ir a cenar?... - pregunta él.

- Bien... ¿En donde cenaremos?

- Pues... hem... ¿Qué te gustaría comer?

- No sé... ¿Qué te parecería si vamos a ese restaurante?...

Ryouga apuntó...

- Bien... - asintió Nabiki.

Comenzaron a caminar; en eso Ryouga le tomó la mano a Nabiki y ella lo miró con extrañeza... él le sonrió...

- Es para no perderme...

Nabiki en el camino, cerró los ojos debido a un fuerte viento venido de quien sabe donde... pero que acabó cuando se metieron al restaurante...

En eso Nabiki se erizó... y comenzó a sudar al escuchar una voz familiar...

- ¡Hermana avariciosa de chica violenta! ¡Chico perdido!

- Tan solo Ryouga, Shampoo...

- Sha... Shampoo... dime muerta... - la chica tragó saliva... mientras sudaba nerviosa.

- ¿Como?... - Preguntó ladeando la cabeza con cara de "No entiendo"...

- Nabiki... tan solo Nabiki...

En eso...

- ¡Hola Ryouga! Que van a... Nabiki...

- Hola Moose... hem... quiero unos tallarines especiales- dice ella evitándole la mirada.

- Lo mismo para mí- pide Ryouga sentándose a su lado.

- Shampoo tallarines especiales 2 órdenes... - ordena a la amazona.

- ¡Enseguida Moose!

Ryouga se levantó y fue a buscar el baño... Moose aprovecho para acercarse y hablar con Nabiki.

- Hola... ¿Cómo has estado?

- Bien... ¿Y tu?- pregunta ella mirándole de reojo.

- Pensando en... eso...

Nabiki se sonrojó...

- Fue una temporada en la que estaba fuera de mis cabales Moose... comprende... eso ya no volverá a pasar- le responde y aclara sin dejar de mirarlo.

- Sí... que lástima... lo que pasa es que Shampoo sospecha porque se te olvidó algo ese día- cuenta sonrojado.

- ¿Y que se me olvidó ese día?...

En eso Shampoo aparece con un sostén con el nombre de Nabiki...

- Tu olvidar esto Tendo...

Nabiki se puso pálida...

- Por lo que ver tu y Moose- dice aguzando la vista como una gata.

- No es lo que piensas querida... - intenta defenderse Moose.

En eso Nabiki recupero la sangre fría...

- Es cierto Shampoo yo me olvide de eso...

Ella lo tomó entre sus manos...

- Eso quiere decir que tu y Moose... - intenta decir mirando a su novio.

- Sí, lo recuerdo, fue cuando Moose fue a mi casa tras el maestro... estaba en su bolsa... muchas gracias por recuperarlo... - agradece con una sonrisa cómplice.

Shampoo los miró sospechosamente...

- Bien... disculparme...

Moose se aprovecho de la situación poniéndose serio y...

- ¿Cómo pudiste pensar eso de mi Shampoo? Me has herido al dudar de mi amor por ti...

Nabiki cayó de espaldas.

- Moose... ¡Perdonarme!... pero es que yo...

Moose se dirigió a la cocina con Shampoo tras él.

En eso Ryouga apareció...

- ¿Por qué tardaste tanto? - le pregunta con curiosidad.

- Te dije... fui a buscar el baño...

Ella tan solo se limpió el sudor de su frente.

- ¿Qué tanto discutían? - pregunta mirando lo que tenía en sus manos.

- Nada... era por esto...

Ella le lanzó el sostén a Ryouga... este... se desmayó...

- Este muchacho nunca cambiará - sonriendo lo despierta.

Camino a casa...

- Así que tuviste que ver con Moose- repite Ryouga mirando a Nabiki incrédulo.

- Si pero no llegamos a nada... ¿Y que? A poco tú eres un santo...

- No... - confiesa con tranquilidad.

- ¿Con quién?- pregunta intrigada, le cuesta creer que Ryouga se enrede así con alguien.

- Pues... Ukyo... una vez... pero tan solo... no llegamos a nada... estuvimos a punto... pero...

- Si... a veces me pregunto...

- Que se sentirá...

- ¿Hacerlo?

- Con esa persona que...

-¿Te atrae?

Ambos se miraron y se sonrojaron... y sin darse cuenta llegaron a la entrada del dojo Tendo con esa duda...

Nabiki sacó de su bolsillo un tanto nerviosa las llaves y con algo de dificultad entró a su casa, seguida del chico Hibiki. No se habían vuelto a mirar, ya que sus últimas palabras los habían dejado al mismo tiempo absorto en sus pensamientos... "Hacerlo con la persona que te atrae" pensó Nabiki... él la atraía... y ahora más que nunca, pero ¿Por qué? ¿Qué veía de maravilloso en un hombre como ese? Se pierde a cada rato, se ruboriza tan solo verlo y... "Bien... lo admito, sí me gusta, y mucho... Ryouga Hibiki" Declaró para sí misma en su mente. Y dejando a un lado sus pensamientos, dio cuenta de hasta donde había llegado. Estaba (junto con Ryouga) frente a la mesa del comedor, en silencio...

- Y bien... - dijo esta rompiendo el silencio.

- Bien... - le respondió sin mirarla aún.

- Estoy algo aburrida, ¿Se te ocurre que podemos hacer ahora?

- Em... yo... - balbuceó Ryouga... pensando.

- Genial, creo que eso sería perfecto, ¿Cómo es qué eres tan elocuente - preguntó con su antipático tono sarcástico.

- ¿Y tú? ¡¿Acaso te crees muy inteligente?! - espetó molesto.

- Sí, más lista e inteligente que tú- afirmó cruzándose de brazos.

- ¿Lista? Sí claro, ¿Por qué según tú eres lista y más de lo que soy yo?

- ¿Quieres qué te diga? - preguntó con una mirada interesante haciendo que Ryouga le evitara la mirada a tiempo que afirmaba con su cabeza- En primer lugar, no me sonrojo en exceso, sé aguantar elogios y no soy tímida como tú. En eso soy más lista, ya que no me dejo tan fácilmente... - al decir esto titubeó un poco, no sabía si seguir ya que eso no era tan cierto como lo demás- Puedo tentar a los chicos con mi cuerpo y no enredarme sentimentalmente. En cambio tú... eres tímido, te miro y te sonrojas, te digo algo agradable y me evitas. Y... Eres demasiado ingenuo para entender a la primera, eso se puede decir también con, que no eres muy inteligente.

El chico quedó en silencio. "Si, Nabiki tiene razón en parte" Admitió... pero no se lo diría. Respiró profundo y armándose de valor la miró... se veía muy sexy con esa mirada en sus ojos... ella... era...

- Pues tal vez tengas la razón... pero, si yo fuese tímido cómo tu dices, ¿Crees qué te habría robado un beso? Y además, ¿Quién se sonrojó también por eso?

- ... - Nabiki no pudo responder... mejor dicho no supo que responder. Pero para no quedar en menos habló: Pues... sí, lo reconozco, me sonrojé y en eso no fuiste para nada tímido... Pero... estoy segura que no harías nada más que robar besos.

- ¿Ah sí? - preguntó desafiante el chico. Nabiki le iba a contestar pero cayó en la cuenta de que, sin quererlo... estaba tentando a Ryouga a repetir lo que había sucedido en su habitación.

- Sí. No harías nada más- Afirmó segura.

- ¿Estás segura Nabiki Tendo?- Preguntó como una última advertencia. Ella volvió a asentir con la cabeza y él algo dudoso, se le acercó de manera intimidante. Nabiki no se movió ni un centímetro. Si daba paso atrás daba a entender que era cobarde y ella, no era así. Ryouga quedó frente a ella. La miró con el rostro serio, sin ni un leve sonrojo, cosa que asombró a Nabiki. Pero, firme a su decisión, sonrió, segura de que Ryouga no haría nada más... aunque ella muriese de ganas por que él hiciera algo... Con firmeza, él tomo de la cintura a Nabiki, pegándola a su cuerpo, sacando un leve y como casi un susurró, un suspiro de los labios de ella. Ryouga la miraba decidido... sus ojos, según percibió Nabiki, tenían algo de "Cariño" y eso fue lo que la hizo sonrojar, pero tal levemente que cualquiera habría pensado que se había maquillado. Aún tenía su mano en la cintura de ella, sin moverla, solo la tenía ahí. Levantó su otro brazo y la abrazó, pero no era un abrazo común y corriente, era un abrazo, con el cual se apretaba contra ella, la aprisionaba con su cuerpo. Nabiki no sabía que hacer... estaba disfrutando de eso. Aunque aún no sabía las intenciones de Ryouga, algo dentro de sí, la hizo corresponder al abrazo. Algo que no había sentido antes... él al sentir esos delgados brazos alrededor de su espalda, se sonrojó. Su corazón comenzó a latir con fuerza, mucha fuerza. Y como tenían sus cuerpos uno contra el otro, ella lo sintió. Y provocó un deseo en ella, una atracción, una pasión. Se mantuvieron abrazados sin decir nada, tan solo, juntos.

Nabiki, ya sin temor, sin vergüenza, sintiendo que "eso" en su corazón la hacía demostrar cariño, su cariño hacia él... Lo acarició en la espalda, de una manera muy delicada, muy femenina. Mientras ella lo comenzaba a tocar, Ryouga olió su cabello, un delicioso aroma que, según creía, no olvidaría. Juntaron mejillas, lentamente girando sus rostros... hasta mirarse y fundir sus labios en un beso diferente a los demás... Diferente, ya que como ambos sentían era con cariño, no solamente atracción... era más placentero, era más... Se besaron con calma, no había por que apurarse, deseaban poder disfrutar de cada beso, cada caricia... Ella, guiada por las manos del muchacho subió sus brazos a ponerlos en su cuello, a la vez que él devolvía sus brazos al lugar donde todo había comenzado.

La chica acariciaba los cabellos negros de él... siguiendo con su danza de besos, que seguían unos tras otros, sin querer dejar ese ritual tan magnifico y delicioso. Nabiki, quedando prendida de nuevo de los labios de él, al tiempo que Ryouga la separaba de su boca con dulzura para poder respirar. Abrió sus ojos, la vio, sus cabellos que caían en la frente estaban algo alborotados, por su roce de frentes al querer estar más cerca el uno del otro. Sus labios tan exquisitos... sus mejillas rosadas y su aliento que se mezclaba con el suyo. Ella era tan...

- ...Hermosa... - Susurró haciéndola ruborizar más y con una sonrisa lo besó mezclando sus lenguas, tocando la boca del otro y

Simplemente... haciendo "... Lo que les dictaba el Corazón..." Pensó Nabiki... en algún lugar había escuchado eso... ah, ahora lo recordaba... su madre, cuando pequeña le había dicho que cuando uno ama, "Solo hace lo que le dicta el Corazón" Entonces... ¿Ella amaba a Ryouga?

No lo sabía, y si lo sabía no estaba segura. Ryouga comenzó a acariciar la cintura de ella, con mucha tranquilidad, nada lo apuraba y esto sacó de sus pensamientos a Nabiki. Él dejó de besarla y se acercó a su cuello, el cual olía tan bien como su cabello. Y empezó a besarlo, sacando suspiros y provocando que ella lo estirara hacia a tras, facilitándole el trabajo. Mientras se perdía en su festín de caricias por parte de Nabiki, ya que ella lo acariciaba por todo su torso, pensó en lo que hacía... Nabiki le gustaba mucho, desde hacía tiempo sentía "cosas raras" por ella. Cosas Raras ya que aparte de que ella lo incitaba y él correspondía, no lo hacía solo por gusto, ella lo atraía, ella lo hacia sentir un cariño diferente al de Akane, era algo nuevo e inexplicable... cuando estaba con ella se sentía feliz, se sentía querido, se sentía amado por ella. Y él... tal vez también la amaba. No podía explicarse lo que sentía, solo... Sentía. Y sinceramente su corazón... La amaba.

Volviendo a la realidad, Ambos seguían en su demostración de caricias, besos y abrazos tan tranquilamente, como si el tiempo les sobrara, como si aquel momento no terminara. Los cuestionamientos sobre lo que estaban haciendo terminaron, solo dejándose amar y... nada ya les incomodaba...

Los besos continuaron, lentos y largos, sintiendo el sabor de la boca del otro, con mucho cariño las caricias seguían, sin aumentar su gravedad. Puede que se debía a la tímida personalidad de Ryouga y la fascinación de Nabiki al perderse en los brazos del. Luego de inolvidables momentos de "amor", Nabiki sin realmente quererlo se alejó un poco de su ¿Amante? y sin soltarlo de su cuello, le dijo:

- Ryouga... - susurraba a la vez que acariciaba sus cabellos.

- Yo... Nabiki... te quiero... - confesó ruborizado sin dejar de mirarla a los ojos.

- Ryouga... yo... yo... también siento lo mismo por ti... No sé porque, pero te Amo... Es la primera vez en Mi Vida que siento algo así por alguien... tu me haces sentir cosas inexplicables, pero maravillosas... Mi Ryouga... - le había dicho... primera vez que hablaba con el corazón, las palabras habían salido con una gran facilidad... su corazón estaba aliviado, ya no tenía más que ocultar, ya se había quitado aquella máscara que traía consigo siempre, ahora era la Verdadera Nabiki Tendo que siempre fue, solo que nunca nadie se dio el tiempo de buscar... ni amar. El joven Hibiki no daba crédito a sus oídos, "Te amo" le había dicho ella, con un tono de voz tan dulce y una sinceridad de la cual no se podía desconfiar. Y él, también la amaba, solo que no podía decirlo aún... era... difícil, pero sin duda alguna él la amaba. Le sonrió y cerrando sus ojos se acercó con mucha lentitud a los labios de Su Nabiki. Ella el instante cerró sus ojos y correspondió aquel dulce beso de Su Ryouga. Guiados por algo interiormente en su cuerpo, se tomaron las manos y mirándose con extrema ternura subieron las escaleras, en dirección a la habitación de Nabiki... Ella que iba adelante, topó hasta el patito con su nombre colgado en la puerta, recordó los momentos anteriores en su pieza y sonriente y sonrojada, la abrió, dejando pasar al chico que aún no soltaba sus manos. Él la miró y la tomó por su cintura, atrayéndola lentamente a su cuerpo, la abrazó fuertemente y comenzó a besarla pero esta vez con pasión, mucha más pasión que la anterior. Nabiki sin dejar de besarlo tomó las manos de él, y sin prisa las colocó en su espalda, y luego en su trasero. Al hacer esto el chico se sonrojó mucho más que las otras veces y abriendo sus ojos la miró, ella, que seguía degustando sus labios, abrió un ojo y luego el otro, el cual le guiñó. Este sintiendo un grado de calor en el cuerpo comenzó a dudar si tocaba o no a Nabiki. Ella, captando ese sentimiento de duda, lo hizo mirarla a los ojos. Él la miró y con un tierno tono de voz, le susurró "Ryouga, no temas... yo... estoy dispuesta..." Besando el lóbulo de la oreja del que ahora sería su amante, siguió besándolo. Ryouga, que ya contaba con el permiso de ella, empezó a tocarla. Volvió a poner sus manos en el torneado trasero de Nabiki, lo tocó con mucha suavidad, luego, con deseo. Ya consciente que podía tocar ese escultural cuerpo, el chico tocaba con mucho cariño las piernas de ella, junto con su cintura, la cual no soltaba. Nabiki, por su parte, sumida en un mar de caricias dadas y recibidas, tocaba las piernas bien trabajadas y acariciaba el perfecto pecho de Ryouga, haciéndolo estremecer con cada caricia. Esta vez era diferente... admitió Nabiki... cuando había seducido a Moose o a Ranma, lo hacía con deseo, una simple atracción física, ahora, con él, era Amor... se sentía muy bien... se sentía mucho más placentero que las otras veces, Realmente ella amaba a Ryouga Hibiki. Y deseaba demostrárselo. Se volvió a separar de él, dejo de besarlo y tocarlo. Estaba algo sofocada, sus cabellos estaban despeinado y sus mejillas subidas de tono, como las de su amor. Le sonrió como nunca a nadie le había sonreído. Él notó eso, era una sonrisa especial. Sin dejar de mirarle bajó el cierre de su pantalón, mostrándole su pantaleta y su ombligo. Ryouga sintió que se desmayaría pero no lo hizo, aguantó para poder disfrutar aquel momento... que pronto llegaría. Sin siquiera que Nabiki le pidiera, aunque si se hablara con los ojos, se habría dicho que lo obligaba a hacer lo que él, por cuenta propia hizo. Se acercó a ella, sin dejar de perder el contacto de ojos, el cual los hacia desearse y quererse aún más de lo que ya se querían y deseaban. Tocó los hombros de la muchacha, los acarició, y bajó sus manos hasta los brazos de ella, llegó a sus manos y las beso con mucho amor. Nabiki solo sintió latir su corazón... el cual le explotaría. Soltando sus manos, Ryouga las subió hasta el cuello de la polera de Nabiki. Ella, ente este acto se estremeció. Antes de continuar, volvió a dudar... Nabiki lo besó y le volvió a susurrar "Ryouga mi amor, Yo te amo... por favor no dudes... yo te amo" le repitió, rogándole con la mirada que continuara. Él ahora, ya sin remordimiento, continuó. Se concentró en sus senos, los cuales eran bastante grandes y vio que los pezones de Nabiki se encontraban ya endurecidos. Sonrojado los tocó. Eran muy sensibles, ya que al leve roce de sus manos con ellos, Nabiki volvía suspirar o gemir levemente. Esto hizo que Ryouga se volviese a tocarlos, viendo el rostro de Nabiki el cual, adoptaba una expresión muy sensual en ella. Tenía los ojos cerrados y sus labios entre abiertos. Mientras Ryouga se ocupaba de su blusa, ella, se ocupo de despojarlo a él de su ropa. Algo apurada desarmó los nudos que amarraban la camisa china que traía puesta, dejando ver aquel bien formado torso, con un cuerpo muy bien trabajado. Sintió que todo su cuerpo le pedía estar en completo contacto con él, tanto carnal como espiritual. A él, le sucedía lo mismo. Sin prestar atención a lo que ella, había hecho le desabrochó el primer botón. Siguió con el segundo, tercero... y cuarto botón, cada vez más deseoso de saber y ver lo que ocultaban. Ya al haber desabotonado su blusa de color amarilla... se encontró con un nuevo obstáculo. El sostén de Nabiki era blanco... lo cual hizo suspirar a Ryouga...

Con cuidado tocó los senos de Nabiki, sacándole más suspiros... se sentía feliz, de, que su primera vez lo haría con el hombre que amaba... aunque sea menor que ella, no importaba ella le amaba... y él también. Con unos rápidos movimientos Ryouga quitó la blusa y pasando sus manos por la pequeña cintura de su amada, empezó a acariciarla. Nabiki se sentía muy bien, eran tantos sentimientos difíciles de explicar, solo sentía... Las manos de Ryouga continuaron su recorrido hasta el broche del sostén de la mujer. Un poco nervioso los observó e intentó quitárselo, con éxito. Se separó de ella... y la admiró. Eran de un muy buen tamaño, suaves, como comprobó él al tocarlos y besarlos... la abrazó, queriendo que no se separaran nunca. Nabiki sonreía y respiraba con una gran tranquilidad sintiendo el corazón de Ryouga palpitar en su pecho. De pronto él tomó los pantalones de Nabiki y con cuidado y suavidad los fue tirando hacía abajo... dejando a su querida Nabiki en pantaletas como única prenda. La chica se soltó del abrazo y se recostó de espaldas en la cama. Miró a Ryouga con picardía y ternura... él sonrojado se quitó con la ayuda de Nabiki, los pantalones, los cuales con tranquilidad se deslizaron por las fornidas piernas de Ryouga. Las cuales Nabiki acarició... Ahora él quedaba tan solo con boxer y ella con una braga. Él se acercó a las caderas de Nabiki y puso sus manos en los costados de ella, bajándole las bragas. Ella solo le veía hacer su trabajo... sonrojada y con el corazón latiéndole como nunca antes. Ryouga levantó la vista y vio el desnudo cuerpo de su amor. Era perfecta... era una diosa y no solo en cuerpo. Ella poseía un corazón con un amor tan apasionado como cualquier mujer... solo que nunca nadie, tan solo Ryouga se había tomado la molestia de buscarle. De improviso Nabiki se lanzó a sus brazos, susurrándole...

- Mi Ryouga... mi inocente Ryouga... es... es... mi primera vez...

- ...Nabiki... también será la mía... y me alegra que sea contigo... y con nadie más... ya que... - levantó la vista la cual había tenido en el suelo y la fijó en los ojos de ella, que estaban a punto de derramar unas lágrimas de felicidad- Yo te amo...

Se dieron un largo beso, tranquilo, sin apurarse a lo que vendría...

Nabiki dejó caer esas gruesas lágrimas, sonriéndole al chico y sintiendo tanto amor en su corazón...

En solo segundos las manos de ambos se sincronizaron y sin mucha calma los boxer de Ryouga salieron volando de su lugar. Haciendo reír a ambos. Ahora, ya desnudos, se admiraban mutuamente. Sonrojados se tomaron de las manos, sin dejar de admirar cada detalle del cuerpo del otro... Nabiki admiró el cuerpo que tenía ante ella. Era... "magnifico" catalogó. Su miembro se encontraba erecto y aquello provocó el extenuado suspiro de Nabiki, haciendo hervir sus mejillas más que nunca.

Solo unas pequeñas cicatrices tenía en su espalda, pero nada más... sin contenerse acaricio una vez más el fornido pecho de Ryouga, el cual suspiraba ante cada caricia.

Nuevamente, Nabiki se recostó en la cama, de espaldas... Ryouga se dirigió ante ella y posó su cuerpo sobre el de ella. Nabiki dio un largo suspiro al aire y Ryouga entró en ella. Nabiki gemía con cada movimiento que él hacia dentro de su cuerpo. Pero la felicidad que tenía dentro de sí misma era enorme. Se estaba entregando al único hombre que en verdad había amado. Él, al ver el rostro de alegría de Nabiki sintió un deseo enorme de poder estar toda su vida con ella. Ambos llegaron a un punto en el cual estaban en el borde del éxtasis. Nabiki seguía gimiendo cada vez más fuerte por las embestidas de Ryouga dentro de ella.

Sus gemidos acabaron cuando él dio su última entrada... ahora... Nabiki era parte de él. Como él era parte de ella. Ambos suspiraron y se miraron. Ryouga estaba empapado en sudor y Nabiki se veía "Más linda que nunca" susurró Ryouga en voz alta. Nabiki lo miró con dulzura mientras él seguía con las mejillas ardiendo. Se acercó a él hasta alcanza sus labios. Se besaron con infinito amor...

- Nabiki yo te amo... ahora y siempre...

- Mi querido Ryouga... mi... amado Ryouga...

Y como nunca, sonrió feliz. Se dio cuenta de que el complemento que faltaba aunque fuese totalmente diferente de ella era Ryouga. Esa ingenuidad, esa timidez... todo él era lo que ella necesitaba... ahora... era feliz.

 

 

Notas de Autor: Por fin... ¡¡POR FIN!! He logrado terminar este fic... Un poco complicado... pero terminado. Hay que aclarar que la cita, como dije en las notas del primer cap. la hizo Iory Saotome. Yo empecé después de la cita. O sea desde que llegan al dojo Tendo lo escribí yo.

¿Extraña pareja? Pues si... pero a mí me gustan. Era para variar de lo típico. Me gusta Ryouga y Ukyo pero esta demasiado repetido... además ¿Kuno con Nabiki? Guacala... ^_^U espero haya sido de su agrado. Par mí si lo fue.

Em... bueno la última parte tan bien narrada creo que no estuvo pero... no se me hizo muy fácil. Y por último... este fic consta de dos cap. pero tendrá un cortito Epílogo. Muy pronto estará listo.

Y... dudas, quejas, reclamos, críticas, felicitaciones, bombas, flores, ayuda, tomatazos, besos y propuestas de todo tipo... em... si son pervertidas no, oka?? ^_^U a:

Atte.

Antonia Hibiki...