Celos - 1

El año escolar ya había terminado y Ranma y Akane estaban de vacaciones, durante el año habían vivido muchas aventuras juntos. Siempre era la misma historia, Ranma salvando a Akane de algún peligro o Akane ayudando a Ranma con algún problema de sus tantas "prometidas" (tiene mucha suerte el muy desgraciado), todo esto había hecho que su relación por fin se consumara, al fin habían dado rienda suelta a sus sentimientos y prueba de eso era que Ranma ya no insultaba Akane por ninguna equivocación que ésta cometiera y Akane extrañamente le daba de comer a Ranma en la boca siempre que se sentaban a tomar un alimento.

Tal cambio sorprendió a todos. "¿Qué se traen estos dos?", pensaba Nabiki mientras tomaban la cena y Akane le daba de comer a Ranma.

-A ver, abre grande para poder dártelo-decía una muy cariñosa Akane.

De pronto una alterada Nabiki se levantó violentamente y dijo:

-Muy bien, ¿¡qué es lo que se traman ustedes?! ¡¿Desde cuándo se llevan tan bien!?-decía Nabiki con cierto enojo, los enamorados sólo se quedaron pensando en aquel domingo y ese juego de cartas que había cambiado las cosas (ver ‘nuestro pequeño juego’).

-Ya hace tiempo, Nabiki, ¿por qué la pregunta?

Nabiki no contestó y sólo se retiró rápidamente a su habitación, todos se sorprendieron de la brusquedad de Nabiki, pero parecía ser que a Ranma y Akane no tanto y seguían con su papel de noviecitos cursis.

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Mientras en la habitación de Nabiki, ésta estaba recostada en su cama boca abajo y abrazando una almohada. "¿Por qué coquetean tanto?" pensaba Nabiki, en la cara de la chica se notaba una tristeza muy rara en ella.

Mientras tanto, en el comedor, todos ya habían terminado su cena, mientras que Kasumi retiraba los platos, Soun y Genma jugaban jogi, Ranma y Akane subían al tejado para admirar las estrellas y así besuquearse un rato.

Nabiki sólo escuchaba desde su habitación la conversación y los sonidos de los besos de la pareja mientras soltaba un gran suspiro.

-Sólo me queda esa posibilidad-dijo Nabiki levantándose de la cama para salir de su habitación.

Ranma y Akane bajaban del tejado muy pegaditos dirigiéndose a dormir a sus respetivas habitaciones pero...

-Iré a darme un baño-dijo Ranma.

-Muy bien...Pero recuerda, a las dos en mi habitación.

-Sí, lo sé.

Diciendo esto y tras un beso, Ranma se dirigió al baño para darse una ducha, pasó a su habitación por una toalla y posteriormente se dirigió al cuarto de baño, ya estando ahí Ranma comenzó a desvestirse y a mostrar su escultural cuerpo (sí, claro).

El agua caía sobre el cuerpo de Ranma paseándose por sus músculos y demás, mientras que la puerta comenzaba a abrirse y una figura femenina entraba con suma cautela, al parecer ésta no traía puesto nada más que una toalla. Ranma estaba muy ocupado pensando en lo que haría esa noche con Akane cuando, sin darse cuenta, ya estaba con una erección del tamaño del mango de un martillo.

La puerta corrediza del cuarto se abrió violentamente, Ranma volteó para ver de qué se trataba y se llevó una sorpresa al ver quién había irrumpido de esa forma.

-¡¡NABIKI!!-dijo Ranma sorprendido y abriendo sus ojos como platos.

Ranma no salía de su sorpresa cuando se llevó otra mayor. Nabiki, con gran agresividad se deshacía de la toalla que la cubría, quedando totalmente desnuda.

Ranma apenas pudo mantenerse conciente ante tanta belleza (¿y quien no?), el cuerpo de Nabiki superaba claramente al de Akane con senos mucho más grandes, una cintura más angosta, un trasero que ni les cuento; además sus piernas eran mejores que las de Akane. Ranma sólo pudo pegarse a la pared de la impresión. Nabiki comenzó a acercarse lentamente, dejando que Ranma disfrutara la vista. Nabiki comenzó a llegar donde estaba Ranma poco a poco, paso tras paso, Ranma sólo podía oír los pasos de Nabiki, ya que tenía los ojos cerrados. De repente Ranma sintió cómo sus labios se unían a los de Nabiki, éste al sentir el contacto pudo abrir los ojos y se dio cuenta de cómo unas lagrimas se encontraban en los ojos de la joven. Ranma trató de liberarse del beso con delicadeza para no lastimarla, pero al ver que no podía liberarse tuvo que usar la fuerza, pero antes de que pudiera actuar cómo se debería, Nabiki ya tenía su miembro atrapado entre sus manos.

-Pe...pero...¿Qué haces?

-Yo..yo...yo te deseo, Ranma Saotome-fue lo que dijo Nabiki con voz quebradiza.

-QUE!!!!

Nabiki volvió a unir nuevamente sus labios a los de Ranma, éste no se resistió y disfrutó del momento. Además, desde que Ranma había llegado a la casa Tendo había sufrido mucho por culpa de sus inquilinos, así que ya era hora de tomar algo a cambio.

Ranma sostuvo a Nabiki por las piernas hasta sostenerla en el aire y contra la pared, el beso seguía mientras el agua caliente Coria por sus cuerpos. Ranma puedo notar nuevamente las lágrimas de Nabiki así que quería acabar con eso lo mas pronto posible. Mientras que Ranma sostenía con mas fuerza a Nabiki ésta sólo sollozaba en los brazos de su, ahora, hombre.

Ranma levantó un poco más a Nabiki para que estuviese más cómoda, para luego comenzar con lo que él quería. Ranma seguía besando a Nabiki y mientras lo hacía dirigía su pene directo al umbral de Nabiki, ésta se dio cuenta y se preparó para lo que venía.

Ranma comenzó penetrando lentamente, despacio para sentir la estrechez de Nabiki, la cual le agradaba bastante. El miembro de Ranma ya casi estaba a la mitad cuando Nabiki no pudo resistir y soltó un desgarrador grito que se pudo oír por toda la casa. Ranma estrujaba con fuerza los pechos de Nabiki hasta hacerle daño, ésta solo quería que ese tremendo palo que estaba adentro de ella penetrara aún más para darle más placer.

-¡Ahh...aah..más!

Los movimientos de Ranma eran bruscos y de proporción fuerte, éste se empezó a venir dentro de Nabiki. Era realmente placentero para Ranma venirse de esa manera, pero era terriblemente doloroso para Nabiki, ya que el semen de Ranma quemaba como fuego dentro de sus paredes vaginales....