Ranma ½ es creación de Rumiko Takahashi y propiedad de quienquiera a quien ella se lo vendiera.

 

Advertencia: Esto es un Fanfic Lemon, lo que quiere decir que contiene situaciones sexuales. Si esto te ofende, o si no eres un adulto legal en tu jurisdicción, entonces no leas esto. Si lo haces, no me hago responsable.

 

Este es mi primer fanfic, lemon o de otro tipo, así que sed amables.

 

Not Ranma ½ volumen 1 parte 1

Las Hermanas Perdidas,

Por Andy Wennersten

 

Rayaba el mediodía cuando el autobús se arrastró dentro de la estación de autobuses de Nerima. La primera persona en bajar del autobús fue una chica de brillante pelo rojo, atado en una coleta. Iba vestida con una camisa de kung-fu de seda roja y unos anchos pantalones negros. Cargaba una gran mochila en su espalda.

“¡Pelirroja!¡Espérame!” chilló una voz desde dentro del autobús.

La salida de emergencia, en la parte trasera del autobús, se abrió con una explosión y otra chica saltó fuera. Tenia su pelo marrón, largo hasta la espalda, recogido por una cinta amarilla con rayas. Iba vestida con una camiseta blanca y unos vaqueros, y soportaba sobre su espalda una mochila aún mas grande y pesada.

“En serio, Yoiko. ¿No te puedo llevar a ningún sitio?” preguntó la chica de la coleta.

“Mira, no podía encontrar la puerta, ¿Vale?” replicó Yoiko.

La chica de la coleta suspiró y añadió este incidente a la larga lista de evidencias de que su amiga era una antojadiza sin ningún sentido de la orientación. Su estómago gruñó y se dio cuenta de que no había desayunado por la mañana. “Estoy hambrienta. ¡Hey, Yoiko!¿Dónde quieres comer?” Miró calle abajo y vio dos restaurantes enfrentados en lados opuestos de la calzada. “Veamos. Tenemos el restaurante chino Cat Café y los Okonomiyakis de Ucchan.”

“¡Oh, adoro los okonomiyakis!” dijo Yoiko con una gran sonrisa en su cara, dejando al descubierto un par de extremadamente afilados colmillos.

“Al Ucchan, entonces.” Dijo la chica de la coleta mientras empezaban a bajar la calle. Justo entonces vio a cierta chica china de pelo púrpura aparcando su bici y entrando al Cat Café. “Pensándolo mejor, me apetece ramen para comer.”

“Oh, no. Conozco esa mirada.” Yoiko sonaba mas bien irritada. “No voy a perderme mi comida favorita sólo porque quieras perseguir a alguna camarera guapa.”

“Está bien. ¿Crees que podrás cruzar la calle sin ayuda?”

“¡Por supuesto!¡ No soy una completa estúpida!¿Sabes?” aulló Yoiko mientras invadía el otro lado de la calle y entraba en la tienda de flores contigua al Ucchan.

“Es incorregible.” Se dijo a si misma la chica de la coleta mientras entraba al Cat Café.

“¡Wota Airen!” chilló Shampoo mientras se arrojaba a sí misma sobre su amado. La chica de la coleta estaba sorprendida, aunque no menos feliz. Eso hasta que su estómago gruñó de nuevo.

“Um, me muero de hambre tanto como me gusta tener chicas guapas arrojándoseme encima.” Dijo la chica de la coleta. “¿Puedo tomar un cuenco de ramen?”

“O.K.” Replicó Shampoo. “Shampoo lleva tu ramen a casa, ¿sip?” Entonces ella plantó un beso en los labios de la chica y fue sorprendida al encontrarse con que se lo devolvía.

“Eso estuvo genial.” Dijo la chica de la coleta después de terminar el beso. Debo recordar este sitio, pensó.

Cuando Shampoo desapareció en la cocina, Mousse apareció, ardiendo de rabia.

“¡Saotome!” aulló Mousse, su furia apenas bajo control.

La chica de la coleta se preguntaba cómo sabia ese chico su nombre, entonces vio que estaba escrito en su mochila. “¿Qué?” contestó ella.

“¡Por qué motivo te burlas de mi con semejantes demostraciones!” dijo él, sus ojos ardiendo con odio mientras se inclinaba más cerca de la chica.

Uh, oh. Novio celoso, pensó ella. Bueno, supongo que algún chico podría cabrearse si viese a su chica besando a otra chica. “¡Oh! Eso.” Dijo ella. “Disculpa. Te lo compensaré.” Con eso se inclinó hacia delante y le besó.

“Cómo... te... atreves...” jadeó Mousse.

Okey, plan B, pensó, y le besó de nuevo, esta vez añadiendo su lengua.

Mousse se quedó congelado. Su enemigo mortal le estaba dando un morreo con lengua. Después de que la chica le soltara, se enderezó y entró tambaleándose en la cocina.

<Mousse.> dijo Cologne en Chino. <¿ No está el yerno comportándose hoy de forma extraña?>

<Bueno, acaba de meterme la lengua hasta el fondo de la garganta.> dijo Mousse, todavía conmocionado.

<¡¿¡QUE!?!> Gritó Cologne.

Justo entonces la chica de la coleta asomó la cabeza por la cocina. <Primero: No estoy actuando de forma extraña. Segundo: Mi lengua no estuvo tan dentro de tu boca. Y tercero: Ya que resulta que de momento soy una chica, el término correcto es yerna. Ahora, ¿Dónde está mi ramen?> dijo en perfecto Chino. El todavía conmocionado Mousse la alcanzó un cuenco de ramen que le agradeció en chino.

Una igualmente conmocionada Cologne chilló, “¡Espera!¿ Cuándo aprendiste Chino?”

“Mi educación no es de tu incumbencia.” Dijo la chica, y llevó su comida de regreso a su mesa.

“Shampoo, creo que tu prometido lleva demasiado siendo una chica.” Dijo Cologne.

“¿Huh? Oh, O.K.” dijo Shampoo. Afortunadamente ella no estaba prestando atención porque todavía estaba aturdida por la muestra de cariño de su amado. Agarró una tetera y fue a la parte delantera del restaurante.

La chica de la coleta estaba ocupada terminando su ramen, así que no se percató de la humeante tetera hasta que fue demasiado tarde. Ella saltó cuando el agua caliente tocó su cabeza.

Shampoo se encontró a sí misma cara a cara con una muy mojada, muy molesta y muy femenina chica con coleta. Su cerebro no pudo manejarlo, así que hizo la única cosa que pudo. Gritó.

La chica de la coleta se encontró a si misma cara a cara con una estridente chica china, así que hizo la única cosa que pudo. Corrió. Al menos estaba libre, pensó.

Fuera, la chica cruzó corriendo la calle para recuperar el aliento. “Eso fue extraño.” Dijo. Cuando vio una sombra cubrirla, supo que habían llegado problemas. Saltó fuera del camino mientras Ryoga aterrizaba, dejando una grieta en la acera.

“¡Te mataré!” chilló Ryoga. él nunca necesitó una razón para atacar repentina y furiosamente. él suponía que su infernal existencia lo justificaba.

La chica de la coleta miró a su atacante y reconoció algo. “¿Nos conocemos?”, preguntó.

Ryoga se quedó paralizado en su sitio. Era algo propio de su infantil enemigo olvidarle después de algunos años. ¿Pero olvidarle después de esta mañana? “¡Por supuesto que me conoces, estúpido!” le gritó.

“Tan sólo déjame ver si te recuerdo.” Dijo la chica, cambiando ligeramente la voz.

“Um... de acuerdo.” Contestó Ryoga. No pudo sino obedecer. La voz de la chica era calmante y casi hipnótica.

“Bueno, a juzgar por la grieta que hiciste en la acera, tienes una fuerza prácticamente sobrehumana.”

“Sip.”

“Deja que te pregunte algo.”

“¿El qué?”

“Si te pidiera que me compraras un litro de leche, ¿Cuánto te tomaría? Sé honesto.”

“Alrededor de una semana.” Soltó Ryoga, entonces pareció abochornado al serle recordada su mayor debilidad.

“Acércate.”

“¿Huh?” Ryoga se inclinó más cerca de la chica.

La chica alcanzó detrás de su cabeza y desató su cinta. Reconoció el modelo. Alzó la mirada para ver a Ryoga usar otra cinta. La desató y encontró otra. Y otra. “Tienes infinitas cintas.” Dijo ella después de la quinta.

“Supongo.” Contestó. Nunca antes pensó en aquello de esa manera.

“Abre la boca.”

“¿Por qué?”

“¡Tú sólo hazlo!” Ella agarró su mentón y comenzó a inspeccionar sus dientes. “Tienes colmillos.” Declaró sin más.

“Sip, ¿Y qué?” Esta inspección estaba irritándole.

“De acuerdo. última prueba.” Dijo la chica.

“Oh, bie-mphf...” sus palabras fueron segadas por un par de labios presionando contra los suyos. Empezó a enfadarse de nuevo hasta que notó una lengua abriéndose camino por la fuerza dentro de su boca. Entonces, perdió la consciencia.

La chica de la coleta sintió que el cuerpo de Ryoga se volvió flácido, al menos la mayor parte de su cuerpo se volvió flácido. Notó un hilillo de cálido fluido descendiendo por su mejilla. Le empujó hacia atrás y vio que se había desmayado y que su nariz estaba sangrando. “Definitivamente, eres un Hibiki.” Dijo, y le dejó caer. Después de que hiciese un satisfactorio ‘thud’ en el pavimento, entró en el Ucchan´s.

 Ukyo alzó la vista de la parrilla cuando oyó abrirse la puerta. Había estado haciendo el quinto okonomiyaki para una extraña chica que, aparte de para entrar al restaurante, había tenido extremadas dificultades encontrando una mesa, aun cuando estaba bastante vacío. Oh, bueno, pensó. Al menos, su apetito hizo que la espera mereciese la pena. Cuando Ukyo vio quién había acabado de entrar, sus ojos se iluminaron. “¡Ran-chan!” la llamó.

“Um.. ¿Ucchan?” contestó la chica de la coleta, leyendo su nombre del mandil de cocina. Ela hizo una nota mental acerca de quitar su nombre de la mochila. Le estaba provocando demasiados momentos extraños.

“¡Oh!¡Hola pelirroja!” Llamó Yoiko tras engullir el último okonomiyaki.

“¿Os conocéis?” preguntó Ukyo a Yoiko.

“Sip, llevamos siendo amigas desde hace años.”

“SÓLO AMIGAS, ¡¿VERDAD?!” preguntó Ukyo, con un tono amenazante en su voz.

“Quieres decir, tu piensas que la pelirroja y yo estamos... HAHAHAHA...” Yoiko no pudo sino reírse. “¡Yo... y la pelirroja! Aún no estoy tan desesperada.”

“Bien.” Replicó fríamente Ukyo. “Odiaría tener que fregar sangre del suelo.”

“...” Yoiko se quedó sin palabras.

“Yoiko, espérame fuera, en la puerta.” Interrumpió la chica de la coleta.

“De acuerdo.” Contestó Yoiko, y caminó detrás de Ukyo y salió por la puerta trasera. La pelirroja se dio un cachete en la frente.

“¿Puedo pedirte un favor?” le preguntó Ukyo.

“Cualquier cosa por ti.” Contestó Ukyo, mostrándola su rostro más amoroso.

“Bueno, hay un chico desvanecido en la acera. ¿Podrías asegurarte de que llegue a esta dirección?” La chica escribió una dirección y se la alcanzó a Ukyo.

Ukyo miró la dirección. “No tienes que darme la dirección. Sé dónde está el Dojo Tendo.”

“Bien. ¡Oh!” La chica de la coleta recordó a quién estaba tratando de transportar. “él se pierde con facilidad, así que pídele un taxi.” Ella la alcanzó 3000 yenes. “Esto debería cubrirlo. Adiós.” Entonces la chica siguió a su amiga fuera de allí.

“Ran-chan... ¿Con dinero?” Se preguntó Ukyo a sí misma, entonces salió fuera para encontrarse a Ryoga tumbado en el suelo. “Bueno, al menos, estarás feliz por ver a Akane cuando te levantes. Y yo salvaré el percance de Ran-chan llevándote allí personalmente.” Entonces oyó gritos provenientes del Cat Café y sonrió. Música para mis oídos, pensó.

Más tarde, Yoiko y la chica de la coleta estaban bajando la calle hacia el Instituto Furinkan.

“¿Conocías a aquella chica?” preguntó Yoiko.

“¿Quién?¿ Esa piva, Ucchan? Nop. Nunca antes la vi.” Contestó la chica de la coleta.

“¿Estás segura? Parecía celosa porque pensaba que nosotras estábamos... enrolladas... la una con la otra.” Yoiko luchaba por controlar sus carcajadas.

“Bueno, no dirás que no lo intento.” Contestó la chica con una pícara sonrisa.

“¡Pervertida!”

“¿Yo?¿Una pervertida?” la pelirroja intentó parecer escandalizada. “Yo sólo sé cómo pasar un buen rato, eso es todo.”

Se detuvieron a las puertas del colegio y encontraron un letrero que decía:[ Colegio cerrado durante dos semanas por reparaciones. Los equipos deportivos podrán reunirse detrás para entrenar.]

“¡Maldición!” dijo la chica de la coleta. “Tenía la esperanza de cogerle en la escuela. Bueno, quizá esté en alguno de los equipos deportivos. Vamos Yoiko.”

Saltaron la valla y fueron a la parte trasera de la escuela para encontrarse con el equipo de kendo terminando su entrenamiento.

La chica de la coleta se decidió por la aproximación directa. “¡Hey!¿Alguien conoce...”

“¡Chica de la coleta!” aulló Kuno mientras brincaba hacia delante para abrazar a su amada.

“¡Ahh!¡¿Qué estás haciendo!” chilló la chica mientras trataba de librarse de la presa de Kuno.

“Mostrándote mi amor hacia ti, mi diosa.” Respondió Kuno, y la estrujó más fuerte.

“¡Aunque aprecio que alguien me reconozca como la diosa que soy, creo que esto es demasiado!” gritó la chica de la coleta. “¡Yoiko!¡Ayuda!”

“¿Tengo que hacerlo?” preguntó Yoiko. “Es de los guapos.”

“¡Quítamelo!”

“Muy bien.” Dijo Yoiko, y alzó sus brazos en una postura de ataque.

“¿Qué significa esto?” dijo Kuno, liberando a la chica de su abrazo. “Alguien osa separarnos a mi amor y a mí. No dudo que has sido cautivada por mi rostro gallardo, pero mi corazón ya está tomado.” Kuno alzó su bokken, presto para el combate.

“¡Ve por él, Yoiko!” jaleó la chica de la coleta desde la banda.

“¡¡¡GOLPE TERREMOTO!!!” gritó Yoiko mientras golpeaba el suelo en frente suya. De su puño surgió una brecha en la tierra que se dirigió a toda prisa hacia los pies de Kuno.

“¿Esto es todo lo que puedes hacer?” preguntó Kuno.

Entonces la tierra se abrió y le engulló hasta el cuello.

“¡Oh, no!” gritó Yoiko, y corrió hacia su cabeza, que estaba sobresaliendo por encima del suelo. “Lo siento señor... señor...”

“K... u... n... o...” dijo con una mueca de dolor en su cara.

“Lo siento, señor Kuno. Por favor perdóneme.” Lloró Yoiko, lágrimas descendiendo por sus mejillas.

“Te... perdo... no.” Dijo Kuno, y se desmayó.

“Un chico guapo y tú vas y lo dejas en ruinas.” La chica de la coleta meneó su cabeza. “No sé que voy a hacer contigo, Yoiko.”

“¡Cállate, Pelirroja!” chilló Yoiko. “¡Tenemos que desenterrarle!”

“Relájate, chica enamorada. Mientras tú estabas llorando sobre el chico palo, yo conseguí a uno de los obreros del colegio para sacarle. Vámonos.”

Mientras se alejaban, Yoiko se volvió para mirar a Kuno. “Es guapo incluso cuando está dormido.” Dijo, y se sonrojó.

La chica de la coleta suspiró. Oh, grandioso, ahora tengo a una antojadiza enferma de amor entre manos, pensó. Entonces sintió una gota de agua en su frente.

“Oh, genial. Ahora se pone a llover.” Dijo Yoiko. Se giró y vio a su amiga cambiar. La chica pelirroja de la coleta fue sustituida por un chico moreno con coleta.”Vayamos antes de que nos mojemos demasiado.” Dijo el chico, y corrió en dirección al Dojo Tendo.

Entretanto, en el Dojo Tendo, alguien estaba haciendo un montón de estropicios en la casa.

“¡Hey, papá!¿ Es ésta tu gran idea, hacerme entrenar todo el día?¡ Ahora está lloviendo, así que no puedo hacer nada!” chilló una húmeda Ranma-chan.

[Si no haces ejercicio, te volverás débil y blando.] escribió el Panda.

“Si el colegio se suspende, entonces debería haberlo disfrutado por mi mismo.”

Dijo Ranma después de plantar su pié en la cara del Panda.

*Ding-Dong*

“¡Iré yo!” gritó Akane desde la habitación de al lado.

Akane abrió la puerta para encontrarse Ukyo, con un paraguas en una mano y a un inconsciente Ryoga en la otra. “Hola, Akane. ¿Está Ranma aquí?” preguntó después de sentar a Ryoga puertas adentro.

“Uh... sip. ¿Qué le ha pasado a Ryoga?”

“No lo sé. Ranma lo encontró fuera de mi local y me pidió que lo trajera.”

“Pero Ranma ha estado aquí todo el día.”

“Bueno, debe haberse escabullido un rato.” Dijo Ukyo, luego se sonrojó. “Quizá hizo un viaje extra tan sólo para verme a mí.” Akane pareció molesta, pero decidió que no quería una pelea... todavía.

“Hey, Ucchan.” Dijo Ranma cuando vio a Ukyo.

Justo entonces, los ojos de Ryoga se abrieron de repente, al oír la voz de su enemigo. “¡Ranma, pervertido!” aulló Ryoga y se lanzó de un salto hacia él.

“¿A quién estas llamando pervertido, P-chan?” preguntó Ranma mientras se hacía a un lado, dejando que Ryoga golpease hacia dentro del muro.

“¡¿Quién es P-chan?!” chilló Ryoga, y se abalanzó de nuevo hacia él.

“¿Qué te enojó conmigo de buenas a primeras?” preguntó Ranma mientras Ryoga colisionaba contra su puño.

“¡¡¡Me besaste!!!”

“¡¡¡¿Qué él QUÉ?!!!” gritaron Akane y Ukyo al unísono.

“¡No lo hice!¡Tengo una coartada!” chilló Ranma. Sólo deseaba que Nabiki estuviese fuera con sus amigas. Incluso si el rumor no era verdadero, ella todavía podría chantajearla por ello.

“Si, Ryoga. ¿Cuándo ocurrió?” preguntó Akane.

“Um... un poco antes, creo.” Replicó Ryoga.

“¡Ya está! ¡Mira! Entonces, yo estaba en el Dojo. ¿Verdad, Papá?”

[Sip.] escribió el Panda, sin molestarse en apartar la mirada de su partida de shogi con Soun.

“Pero, si tu estabas aquí, entonces, ¿Cómo pudiste haberme pedido que trajera a Ryoga aquí? Preguntó Ukyo, pareciendo confundida.

“No lo...”

*Ding-Dong* 

“¿Y ahora qué?” preguntó Ranma, previendo nuevos problemas.

“Yo iré.” requirió Kasumi desde la cocina.

“Debo hablar con el yerno.” Dijo Cologne mientras brincaba a través de la puerta principal.

“¡Oh! Hola, Cologne.” Dijo Kasumi. “Ranma está en la habitación de al lado.”

“¡Yerno!” chilló Cologne a Ranma cuando la vio. “¡Debes avisarnos cuando te quedes atrapado en tu forma maldita!”

“¿Qué quiere decir ‘atrapado’? No estoy atrapado.”

“Demuéstralo.” Dijo Cologne fríamente.

Ranma-chan se levantó y se dirigió adentro de la cocina, y unos minutos más tarde Ranma-kun salió. “¡Ya está!¿Ya estás contenta, viejo demonio?” dijo él.

“¿Por qué pensabas que Ranma no podría transformarse de vuelta en chico?” preguntó Akane.

“Porque Shampoo trató de transformarle antes, pero no funcionó.”

“Pero yo he estado aquí todo el día, ¿Verdad, Papá?” preguntó Ranma.

[¡Estás en lo cierto!] escribió el Panda.

“Hay una manera de resolver esto.” Dijo Cologne, y agarró el té helado de Soun.

“¡Hey!” chilló Soun y estaba a punto de agarrar de nuevo su bebida, cuando Cologne le dio una mirada maligna. Se sentó de nuevo.

<Ranma, voy a arrojar esta bebida en tu cara.> dijo Cologne.

“¿Huh?” dijo Ranma.

*Splash*

“¡¿Por qué hiciste eso?!” aulló una mojada Ranma-chan.

“No hablas Chino.” Contestó Cologne.

“¡¿ Y qué?!” chilló Ranma.

“ La de mi restaurante si lo hablaba.” Dijo Cologne. “Ella también actuaba de forma muy extraña.”

“¿De qué manera?” preguntó Akane.

“Bueno, ella dijo que debería ser llamada yerna, y besó a Mousse.”

“Suena como tu chica, Ryoga.” Dijo Ranma.

“Entonces ésa Ranma era una chica verdadera.” Dijo Akane.

“Pero ella también besó a Shampoo.” Dijo Cologne.

“De acuerdo, una chica verdaderamente desviada.” Respondió a Akane.

“Ryoga, ¿Había alguna cosa extraña acerca de la chica que vistes?” preguntó Cologne.

“¡¡¡ Ella me besó!!!” chilló Ryoga, su furia renovada.

Cologne le golpeó en la cabeza con su bastón y preguntó, “¿Aparte de eso?”

“Bueno, ella actuaba como si no me conociera, y su voz era un poco distinta.” Contestó Ryoga, frotando su cabeza.

“¿Cómo qué?” preguntó Cologne.

“ Estaba sosegada y casi... seductora.” Se sonrojó Ryoga.

“¿Qué hay acerca de tu Ranma, Ukyo?” preguntó Cologne.

“Bueno, en primer lugar, estaba con otra chica.” Contestó Ukyo.

“¡¿Qué!?” Akane aulló, y miró a Ranma.

“¡Hey!¡No fui yo, acuérdate!” chilló Ranma.

“Cálmate, Akane. La chica negó ninguna relación con Ranma distinta de la amistad.” Dijo Ukyo.

“¿Alguna cosa más?” preguntó Cologne.

“¡Oh! Ella me dio la dirección del Dojo y 3000 yens para pagar un taxi para Ryoga.” Dijo Ukyo, y sacó la nota y el dinero.

“Déjame verlo.” Dijo Akane, y agarró la nota. “Mirad. Las iniciales de la nota ‘R.S.’”

“¡No fui yo!” chilló Ranma.

“Es cierto.” Dijo Ukyo. “La otra chica la llamó ‘Pelirroja’. Por su pelo, supongo.”

“Espera un minuto.” Interrumpió Ranma. “Si ella tenía la dirección del Dojo, entonces, eso significa...”

“Que ella viene hacia aquí.” Dijo Cologne.

*Ding-Dong*

“ Espero que sea Nabiki.” Dijo Akane con un asomo de terror en su voz.

“Sólo para asegurarnos, iré yo.” Dijo Ranma.

“¡No sin mí, no señor!” chilló Ukyo y desenfundó su espátula de combate.

“¡Hey!¡ Puedo defender mi propia casa, ¿Sabes?! Gritó Akane y agarró su mazo.

“¡Espera Akane!” chilló Ryoga. “¡Te protegeré!”

“Supongo que alguien tendrá que proporcionar supervisión adulta.” Dijo Cologne y lanzó una mirada aviesa al Panda y a Soun, quienes nunca abandonaron su partida de shogi. Siguió a todos los demás a la puerta principal.

Ranma abrió la puerta completamente preparado para encontrar una versión femenina de sí mismo.

Lo que no esperaba era encontrarse en su lugar con una versión masculina de sí mismo.

Se desmayó.

En la puerta, el chico de la coleta tampoco esperaba encontrar una versión femenina de si mismo.

También se desmayó.

“¡Ranko!” chilló Yoiko mientras veía caer redonda a su amiga.

“Ran... ¡¿¡KO!?!” Chillaron Akane, Ryoga y Ukyo al unísono.

“Creo que tienes algunas explicaciones que dar, jovencita.” Le anunció Cologne a Yoiko.

Más tarde, después de que Ranma y Ranko fuesen arrastrados dentro de la habitación contigua, Yoiko trató de dar algo de sentido a la situación.

“Um... ¿Quién es esa chica y por qué se parece a la forma femenina de Ranko?” preguntó ella.

“¡Dinos por qué él se parece a la forma masculina de Ranma!” chilló Akane.

“De todas formas, ¿Dónde está Ranma?” preguntó Yoiko.

“¡Aquí mismo!” Akane señaló a la inconsciente Ranma-chan.

“Pero... ¡Se supone que Ranma es un chico!” gritó Yoiko.

“¡Es un chico!” gritó Akane en respuesta. “Kasumi, ¿Podrías traernos un poco de agua caliente?”

“¡Oh, my!” dijo Kasumi, casi dejando caer la tetera. “¿Dos Ranmas?”

“Estamos tratando de resolverlo.” Dijo Akane, agarrando la tetera. Derramó algo de agua caliente sobre Ranma, transformándolo y despertándolo.

“Así que tú también estuviste en Jusenkyo.” le dijo Yoiko a Ranma

“¿También?¿Quieres decir que tú has sido maldita?” preguntó Ranma a Yoiko.

“Yo no, pero pelirroja si.” Dijo Yoiko, señalando a Ranko.

“¿Pelirroja?¿Quieres decir que él es la chica que estaba contigo antes, en mi restaurante?” Preguntó Ukyo.

“Pero, a la chica de mi restaurante no la afectaba el agua caliente.” Dijo Cologne.

“Por supuesto que no. Mira.” Yoiko agarró la tetera y la vertió sobre Ranko, transformándola en una chica y espertándola.

“Así pues, en verdad fue una chica quien me besó.” Dijo Ryoga y se sonrojó.

“Por supuesto.” Dijo Ranko.

“Pero entonces, ¿Por qué besaste a Shampoo?” preguntó Cologne.

“Oh, también tengo entusiasmo por eso.”

“...” Cologne se quedó sin palabras.

Ranko ignoró las miradas y dijo, “Bien, ahora vienen las presentaciones.” Se levantó. “Soy Ranko Saotome, experta cazadora de monstruos y aprendiz de diosa del amor.” Hizo una reverencia.

“¿Saotome? Ranma, ¿Está relacionada contigo?” preguntó Akane.

“¿Ranma?” interrumpió Ranko.

“Um... Sip.” Dijo Ranma.

“¡Hermano!” chilló, y le abrazó.

“¡Papá!” Ranma giró su cabeza hacia el Panda. “¡Creí que dijiste que no tenías hijo ilegítimo alguno!”

[¡No lo tengo!] escribió el Panda, su atención finalmente arrancada de la partida de shogi.

“Ranma, ¿Por qué le llamas papá a ése Panda?” preguntó Ranko.

“Porque” dijo Genma, usando la tetera para transformarse de vuelta. “Yo soy su padre, Genma Saotome.”

“¿Genma?¡Papá!” chilló Ranko, liberando a Ranma y abrazando a Genma.

“Escucha, muchacha,” dijo Genma. “No sé quién eres, pero no eres mi hija.”

“Sí que lo soy. Tengo pruebas.” Dijo Ranko mientras escarbaba a través de su mochila y sacaba un sobre.

“Dame eso.” Akane agarró el sobre. “Es una carta.” Dijo. “Dice: ‘Querida Ranko, he dado instrucciones para que ésta carta sea entregada a tus padres adoptivos para que ellos te la entreguen a ti algún día. Lamento haberte dado en adopción, pero lo hice para salvar tu vida. Tu padre, Genma, planeó llevaros a ti y a tu hermano gemelo, Ranma, en un viaje de entrenamiento que podría durar años. él planeo adiestrar a su hijo en la Escuela Todo Vale de Artes Marciales. Aunque pienso que esto hará de Ranma un hombre mejor, temo que tú, como chica, nunca podrías sobrevivir al viaje. Dado que Genma hubiese insistido en llevarte con él, me vi obligada a abandonarte para que no te encontrara. él se encontraba fuera en un viaje con su amigo, Soun, cuando tú y tu hermano nacisteis, así que él da por hecho que Ranma es su único hijo. Sé feliz en tu nueva vida. Tu madre, Nodoka Saotome.’

“Así que, Saotome, parece que tu familia acaba de aumentar en uno.” Dijo Soun.

“En realidad no, Tendo. Nodoka escribió que Ranko no recibiría la carta hasta ser adoptada.” Dijo Genma.

“Oh, yo no fui adoptada. Robé esta carta de mi expediente cuando Yoiko y yo nos fugamos del orfanato.” Dijo Ranko.

“¿No te estás olvidando de algo?” preguntó yoiko.

“Oh, disculpa.” Ranko pareció avergonzada. “Ella es mi asistenta...”

*Smack*

“¡Ow! Quiero decir socia, Yoiko Hibiki.”

“Yoiko... ¿Hibiki?” dijo Ryoga.

“Dime, Ryoga. ¿No es Hibiki tu apellido?” preguntó Ukyo.

“¡Hermano mayor!” gritó Yoiko.

“¡Hermana pequeña!” gritó Ryoga.

Ryoga y Yoiko se dieron un enorme abrazo, sonrisas colmilludas en ambas caras. La presión entre ellos era suficiente para hacer diamantes del carbón, pero estaban demasiado contentos como para notarlo.

“Ryoga, nunca me dijiste que tenías una hermana.” Dijo Ranma.

“Desapareció cuando era una niña. Pensamos que estaba muerta.” Respondió Ryoga.

“Tenía sólo dos años. Puedes imaginarte cómo es el sentido de la orientación Hibiki a esa edad.” Dijo Yoiko. “Me perdí, y con el tiempo encontré el camino de vuelta, pero mis padres se habían mudado.”

“¡Venga, hermanita! Demos un paseo para conocernos de nuevo.” Dijo Ryoga, y se marcharon por la ventana de la cocina.

“¿Crees realmente que debemos dejarles ir juntos?” preguntó Ukyo.

“No importa.” Dijo Ranko.”Estarán de vuelta en unos días, y además, son felices.”

“Entonces, Ranko”¿Por qué no fuiste primero con Nodoka? Después de todo, ella debería ser mucho más fácil de encontrar que éstos dos.”

Ranko explotó. “¡¡¡PORQUE ESA ZORRA ME ABANDONÓ POR SER UNA CHICA!!!¡¡¡SI LA VUELVO A VER ALGUNA VEZ, LA ARRANCARÉ SU JODIDA CABEZA DE CUAJO!!!

“¡Oh, my!¡ése vocabulario!” dijo Kasumi, escandalizada por los exabruptos.

Ranko adoptó una postura más inocente. “Ella no está aquí, ¿Verdad?”

“Uh... Nop.” Contestó Ranma. “No la hemos visto. No sabemos dónde está.” Mintió, temeroso de la vida de su madre.

“Bien.” Dijo Ranko, y sonrió.

“¡Ya estoy aquí!”

De pronto, Ranko se encontró a sí misma contemplando a la persona más hermosa que jamás había visto. Me he enamorado, pensó. Atravesó la habitación como un rayo. “No sabes lo feliz que me hace estar en presencia de semejante beleza.”

“Pienso que Akane difícilmente habría de apreciar tus intentos de ligoteo conmigo, Ranma.”

“Um... por aquí, Nabiki.” Dijo Ranma desde el otro extremo de la habitación.

“¿Huh?” dijo Nabiki mientras miraba atrás y adelante entre Ranma y Ranko. 2Que alguien me lo explique.”

Akane y Ukyo pusieron a Nibiki al corriente de los sucesos de la tarde. Después Ranko explicó cómo cayó en el Nanniichuan mientras estaba cazando un monstruo en China.

“Entonces, ¿Sabes dónde se encuentra?” preguntó Ranma con una expresión esperanzada en el rostro.

“Nop.” Dijo Ranko. “Yoiko me pescó, y ya sabes que ella sería incapaz de encontrarlo de nuevo.”

“Necesitamos encontrar una manera de distinguir a estos dos y así no tener más percances como los de ésta mañana.” Interrumpió Cologne.

“¿Qué quieres decir?” preguntó Ranma.

Sin decir una palabra, Cologne le agarró y lanzó fuera, dentro del estanque.

“¿¡Por qué has hecho eso!?” aulló Ranma-chan.

“Ambas sois idénticas cuando sois del mismo sexo.” Dijo Cologne.

“Oh. Eso no es problema.” Dijo Kasumi. “Ranko tiene ojos verdes y Ranma azules.”

“Si Ranko hubiese marcado el estanque en el que cayó, entonces no tendríamos que preocuparnos de eso.” Dijo Ranma.

“Suenas amargado, hermanito.¿Tu maldición te ha causado problemas?”

“Bueno...”

“Ranko, cariño, creo que debería darte algo de información adicional acerca de tu hermano.” Dijo Nabiki, y procedió a contarle sobre las prometidas y enemigos y otros problemas que tuvo Ranma desde que se mudó allí, dejando fuera la parte sobre Nodoka por recomendación de Akane.

“Tengo la impresión de que me va a gustar vivir aquí.” Dijo Ranko.

“¿Vivir aquí?” dijeron Ranma y Akane.

“Bueno, no irás a dejarme tirada en la calle, ¿Verdad?” preguntó Ranko con un aire suplicante en sus ojos. “Después de todo, somos familia.”

“Bueno, por supuesto que puedes quedarte.” dijo Soun. “Algún día serás la cuñada de Akane.”

“¡Papá!” chilló Akane.

“¡No discutas!”

“Es hora de que me marche.” Dijo Cologne. “Hoy Shampoo fue terriblemente asustada por Ranko, y debo explicarla los sucesos de hoy, de tal manera que deje de chillar. Ukyo, ¿Me aydarás?”

“Aww, ¿Tengo que hacerlo?” Ukyo odiaba la idea de una Shampoo aterrorizada.

“Si, tienes que hacerlo.”

“Oh, de acuerdo, Adiós, Ranma, cariño.” Dijo Ukyo. Entonces, se fue.

“Kasumi, enseña a Ranko la habitación de invitados.” Dijo Soun.

“Si, Padre.” Dijo Kasumi. “Ven conmigo, Ranko.”

Mientras Ranko abandonaba la habitación, le guiñó un ojo a Nabiki, que se sonrojó en respuesta.

“Aquí está tu habitación. Siéntete como en tu casa. Te llamaré cuando la cena esté lista.” Dijo Kasumi mientras abría una puerta enfrente de otra que rezaba ‘Nabiki’.

“¿Kasumi?” preguntó Ranko.

“¿Si, Ranko?”

“¿Podemos hablar?”

“Por supuesto.” Kasumi se sentó en el borde de la cama e hizo señas a Ranko para que se la uniese. “¿De qué te gustaría hablar?”

“Bueno, Nabiki dijo que Ranma podría haber tenido por prometida a cualquiera de las chicas Tendo. Así que, ¿Por qué tú y Nabiki elegisteis a Akane?”

“Hubo varias razones, pero el motivo principal fue que pensamos que tener un prometido ayudaría a Akane a superar su... desfavorable... actitud frente a los chicos.”

“Entonces, ¿A ella le gusta Ranma?”

“Bueno, ellos pelean a menudo, pero creo que se gustan el uno al otro.”

“Eso es lindo.” Dijo Ranko con una sonrisa. “Probablemente tengas un novio, en todo caso, así no puedas casarte con él.”

“Oh, my. No. No tengo novio.” Dijo Kasumi.

“¿En serio?¿ Nadie te gusta?” preguntó Ranko.

“Bueno, hay alguien.” Se sonrojó Kasumi. “Pero nunca me ha pedido una cita o algo.”

“¿Por qué no le pides salir tú?” preguntó Ranko.

“No puedo.” Kasumi pareció ciertamente azorada. “No sería apropiado.2

“Si tú lo dices.” Dijo Ranko, tratando de no reírse ante la actitud pasada de moda de Kasumi.

“De acuerdo, cambiemos de persona.” Dijo Ranko. “¿Qué hay de Nabiki?”

“¿Qué que hay de Nabiki?” dijo Kasumi, sin entender la pregunta.

“¿Tiene alguna...” Ranko se interrumpió. “quiero decir... algún novio?”

“La he visto con un chico de su clase.” dijo Kasumi.

Ranko perdió su sonrisa. “¿En serio?¿Quién?”

“Um... se llama Tatewaki Kuno, creo.” respondió Kasumi.

“¿Kuno?” Ranko se animó un poco. “Chico alto. Metido en Kendo. Habla en prosa. ¿Correcto?”

“Si. Es ése.”

“Le vi esta mañana. Parecía interesado en mí, creyendo que era Ranma.”

“¿Ranma?” dijo Kasumi, mostrándose aturdida. “Nunca lo imaginé. Siempre pensé que estaba interesado en Akane.”

“¿También Akane?” la sonrisa de Ranko se ensanchó. “Bueno, parece como si Nabiki estuviera disponible.”

“¿Por qué, conoces a alguien?” preguntó Kasumi con una inocente sonrisa.

“Uh... quizás.” Contestó Ranko, asombrada de que Kasumi no se figurase hacia dónde se estaba dirigiendo la conversación. “Tendré que mirarlo.”

“Bueno, cuéntame si encuentras algo.” Kasumi se levantó. “La cena estará lista en alrededor de una hora.” Dijo, y se fue.

 

Ranko se tumbó en la cama y fijo la mirada en el techo. Pensó que sólo porque Nabiki no tuviese un novio no significaba que estuviese interesada en otras chicas. Y aunque así fuera, podría tener ya una novia, en cuyo caso Ranko no interferiría. Pero tenía una oportunidad, y una oportunidad era lo único que quería.

 

Más tarde, en la cena, Ranko tomó asiento al lado de Nabiki y se preparó para empezar a engullir. Después de todo, la única comida que hizo en todo el día fue el cuenco de ramen en el Cat Café, y sólo se comió la mitad antes de que Shampoo la obligara a salir corriendo. Cogió sus palillos y los acercó para agarrar un trozo de comida, el cual le fue arrebatado por Genma.

“¡Hey!” chilló.

“Si quieres ser mi hija, tendrás que ser más rápida que eso.” Replicó.

Hizo otra porción, pero esta vez fue detenida por Ranma.

“¡Hey!”

“Disculpa, hermanita.” Dijo. “Si dejo algún espacio, el viejo lo aprovechará.”

Ranko frunció el ceño y juntó sus palmas, salmodiando con un suspiro.

“Ranko, aquí no somos tan formales.” Dijo Akane. “No tienes que decir una oración antes de comer.”

Ranko no respondió. En vez de eso, cogió y colocó sus manos en las frentes de Ranma y Genma. Se congelaron como estatuas. Sonrió y procedió a llenar su plato.

“¿Cómo hiciste eso?” preguntó una Akane en shock.

“Oh, ¿Esto?” dijo Ranko mientras empezaba a coger comida de los platos de Ranma y de su Padre. “Sólo un poco de magia. No la uso demasiado a menudo.”

“¿Dónde aprendiste magia?” preguntó Akane.

“En su mayor parte, de Urd. Pero adquiero un hechizo nuevo muy de vez en cuando.”

“¿Quién es Urd?” preguntó Akane, preguntándose quién podría enseñar tal técnica, tan impresionante.

“Urd es mi benefactor divino.”

“De acuerdo.” Dijo Akane, sin creer en lo que acababa de oír. Las diosas no son reales, ¿Verdad?”

“Ranko, ¿Podrías arreglar esto?” preguntó educadamente Kasumi. “No creo que les gustara estar congelados por mucho tiempo.”

“Oh, por cierto.” Dijo Ranko y chasqueó sus dedos. Genma y Ranma se descongelaron y comenzaron a luchar por una comida que ya no estaba allí.

“¡Hey!¿Qué ha pasado?” preguntó Ranma mientras sus palillos agarraban el aire.

“Eso es lo que me gustaría saber.” Dijo Genma mientras miraba su plato vacío.

“Parece que tu hija es una caja de sorpresas.” Dijo Soun, y señaló a Ranko comiendo de un plato con suficiente comida para tres personas. Ranma la dio una mirada maliciosa.

“¿Qué?” dijo Ranko entre mordiscos. “Yoiko puede ser genial con un fuego de campamento, pero nada puede a una comida casera.” Eventualmente, ella cogió simpatía por su recientemente encontrada familia y sacrificó parte de su montaña de comida.

Tras la cena, Ranko se sentó en el porche a tomar el aire de la noche. La tormenta había pasado y el cielo estaba lleno de estrellas.

“¿Puedo sentarme contigo?”

El corazón de Ranko saltó de golpe cuando ella se dio cuenta de quién era. “No puedo pensar en una sola persona a la que me gustaría tener mas cerca que a ti.”

“Nabiki se sentó cerca de ella. “¿Sabes? No creo que a mi padre le gustase la manera en que te estás acercando a mí.”

“No pareces de las que dejan que otra persona dicte tu vida.” Replicó Ranko con una sonrisa. “Además, si voy a ser una diosa del amor, necesito coger práctica.”

“Realmente te tomas en serio ese asunto de la diosa.” Dijo Nabiki. “Akane piensa que es un montó de mierda.”

“Ella cambiará de opinión mañana, cuando una de las diosas deje por aquí algunas de mis cosas.”

“¿Una de las diosas?” dijo Nabiki. “¿Quieres decir que hay más de una?”

“Sip. Urd y sus dos hermanas viven con un estudiante de universidad, amonestado por Nekomi Tech.”

“¿Cómo es que una familia de diosas terminan viviendo con un estudiante de universidad?”

“Es una larga historia.” Dijo Ranko. “Hey, Nabiki. ¿Puedo hacerte una pregunta?”

“Dispara.”

“Bueno, Kasumi y yo estuvimos hablando, y ella mencionó que tú estabas viendo a un chico llamado Kuno...”

“¿Celosa?” preguntó Nabiki, y recibió un sonrojo de parte de Ranko.

“No. Es sólo que Yoiko y yo nos topamos con él y ella parecía bastante encariñado con él.”

“Bueno, puedes decirla que no se reocupe por mí. Considero a Kuno un cliente y nada más.”

“¿Cliente?¿En qué negocio?” preguntó Ranko.

“Información, en su mayor parte.”

“¿Qué clase de información?”

“Akane y Ranma-chan.” Los ojos de Nabiki brillaron. “Aunque ahora posible que sea de Akane y de ti.”

“Si me quedo.” Dijo Ranko.

“No estarás pensando en abandonarnos tan pronto, ¿Verdad?” preguntó Nabiki.

“¿Por qué?¿Quieres que me quede?” preguntó Ranko en respuesta.

“Seguro. Si hoy es un indicio, las cosas se volverán muy interesantes contigo por aquí.” Respondió Nabiki.

“Gracias, Nabiki.” Dijo Ranko, y apoyó su cabeza en el hombro de Nabiki.

“Uh, ¿Ranko?” preguntó Nabiki con un tono de voz nervioso.

“¿Si?” Replicó Ranko. Maldición, pensó. He ido demasiado deprisa con ella.

“¿Cuánto cobra una diosa cazadora de monstruos?” preguntó Nabiki, con una expresión depredadora es su rostro.

Ranko suspiró.

 

Más tarde, aquella noche, Ranko estaba tumbada despierta en su cama.

 

No pensé que las cosas fueran a ir tan bien, pensó. Esperaba que hubiesen sido mas escépticos respecto a mis pretensiones, pero en lugar de eso me acogieron con los brazos abiertos. Papá y Ranma me tratan como si hubiese estado con ellos toda la vida. Soun me acepta como parte de su familia. Kasumi me hace sentir como debe sentirse tener una madre. Pero supongo que cualquiera podría hacerlo mejor que mi verdadera madre. Akane y yo podemos volvernos más y mas amigas. Y Nabiki...

 

Ranko sonrió. Bueno, pensó. Espero que pueda ser más que amiga de Nabiki.

 

*Knock-Knock*

“¿Quién es?” inquirió Ranko, preguntándose quién podría estar levantado tan tarde.

“Soy Nabiki. ¿Puedo entar?”

El corazón de Ranko saltó. “Cla-claro. Pasa para adentro.”

Nabiki entró, miró a Ranko, y rió nerviosamente.

“¿Qué?” preguntó Ranko, pareciendo confusa.

“Bueno, sabía que Ranma y tú teníais los mismos gustos para la ropa. Pero no tenía ni idea de que usaras boxers y camiseta de tirantes para dormir.” Respondió Nabiki y rió un poco más.

“Sólo puedo decir que una chica en boxers luce mejor que un chico en pantis.”

Nabiki rompió a reír. “Ya veo tus motivos.” Logró tranquilizarse.

“Así pues, ¿A qué debo el placer de esta visita?” preguntó ranko.

Nabiki se puso seria. “Kasumi me contó que querías saber por qué ella o yo no elegimos prometernos con Ranma. Bueno, Yo casi lo hago.”

“¿Huh?” a Ranko no le gustaba hacia dónde estaba yendo esa conversación.

“él es uno de los hombres más atractivos que jamás he visto.” Respondió Nabiki.

“Entonces, ¿Me estás diciendo que te sientes atraída por él?” preguntó Ranko, temerosa de la respuesta.

“Si. él y Ella. él es también una de las mujeres más hermosas que jamás he conocido.” Respondió Nabiki.

Ranko estaba destrozada. “Entonces, ¿Por qué no le cogiste para ti?”

“Porque no me gusta su personalidad.” Dijo. “Es decir, ¿Cómo reaccionaría él si le hiciera esto?” Alcanzó y agarró un pecho de Ranko.

Ranko se quedó sin aliento, mientras notaba endurecerse sus pezones bajo la camiseta.

“¿O esto?” Nabiki se inclinó hacia delante y besó a Ranko, recorriendo los dientes de la chica de un lado a otro con la lengua. 

Ranko se apartó. “Nabiki. No es que no esté disfrutando esto. Porque en serio que lo estoy haciendo. Pero, ¿Por qué me quieres tan de repente?”

“Porque,” dijo Nabiki mientras sacaba la camiseta de Ranko por encima se su cabeza. “Tú tienes todos los atributos físicos que me gustan de Ranma, y ninguno de los atributos mentales que no me gustan de él.”

“¿Cómo cuáles?” preguntó Ranko mientras desabrochaba el top de Nabiki.

“Mmm.” Gimió Nabiki mientras Ranko empezaba a acariciar sus pechos. “Tú no escondes tus verdaderos sentimientos y no juzgas a la gente.” Desabrochó rápidamente la parte inferior de su pijama. “Además, creo que te quiero.”

“Me enamoré en el mismo momento en que te vi.” Dijo Ranko.

 Entonces notó que Nabiki estaba riéndose nerviosamente de nuevo. “¿Ahora qué?”

“Disculpa.” Nabiki trató de controlarse a sí misma. “Acabo de darme cuenta de que no tendremos que preocuparnos de confundirnos al ponernos nuestra ropa por la mañana.”

Ranko bajó la mirada para ver a Nabiki cubierta por tan sólo unos pantis azules mientras que ella todavía estaba con sus boxers amarillos y azules. “Bueno, supongo que tan sólo tendremos que librarnos de esa distracción, ¿Verdad?” dijo mientras se quitaba sus calzoncillos, revelando una tira de rojo bello púbico. Tiró los boxers a un lado y saltó a la cama.

“No podemos estar sólo una de las dos desnudas, ¿Cierto?” dijo Nabiki mientras se sacaba los pantis, descubriendo su propio y marrón bello púbico. Se unió a Ranko en la cama

Ranko atrajo hacia abajo la cabeza de la chica más alta y la dio un apasionado beso, sus lenguas explorando la boca de la otra. Ella hizo rodar a Nabiki sobre su espalda y arrastró sus besos por su cuello y más abajo, instalándose en su pezón izquierdo. Mientras comenzaba a chupar, alzó su mano para acariciar su pecho derecho, golpeteando con delicadeza el pezón con su dedo.

Nabiki gimió debido a las sensaciones que Ranko la estaba procurando. Se estiró y agarró los pechos de Ranko, apretándolos y sintiendo sus pezones duros como rocas contra sus palmas. Comenzó a frotarlos en círculos.

Tras solazarse por unos momentos en las atenciones que estaba recibiendo, Ranko recorrió con sus manos los costados de Nabiki, a lo largo de sus caderas, hasta sus piernas. Llegando a sus rodillas, cambió de dirección y deslizó las manos por sus labios interiores. Nabiki gimió e instintivamente separó sus piernas. Ranko sonrió y le dio una lenta lametada en su abertura.

Nabiki jadeó ante el nuevo contacto. Se sentó derecha y recorrió con sus manos la espalda de Ranko, deteniéndose para descansar en su culo. Masajeó las suaves curvas durante algunos instantes, provocando que Ranko elevase de forma refleja su trasero en el aire. Nabiki se aprovechó de ello y deslizó una mano por delante. Sintiendo la humedad de Ranko, Nabiki deslizó un dedo en su apertura.

Ranko se cerró a la intrusión. Devolvió el favor, insertando un dedo en Nabiki, pero fue detenida tras un corto recorrido. Retiró su dedo mientras caía en la cuenta de que Nabiki aún era virgen.

Notando la pérdida de sensaciones, Nabiki se imaginó que no debía estar haciendo un trabajo lo suficientemente bueno. Comenzó a mover sus dedos arriba y abajo, dentro y fuera de Ranko, frotando con la otra mano su clítoris en pequeños círculos. Sus dedos se volvieron pegajosos mientras Ranko se ponía aún mas húmeda.

Ranko casi chilló mientras las acometidas de Nabiki la golpeaban. Tomándolo como una señal, reasumió su trabajo chupando delicadamente en el clítoris de Nabiki.

Con un dedo, rastreo apenas dentro de su abertura.

Nabiki se convulsionó mientras sentía volver las sensaciones. Añadió un segundo dedo al primero, dentro del canal de Ranko, sintiendo cómo la estrechez lo apretaba. Dejó de frotar el clítoris de Ranko con su otra mano y en su lugar comenzó a pellizcarlo entre su pulgar y su índice.

Ranko estaba decidida a lograr que Nabiki se corriera antes, pero sabía que ella no podría tardar mucho más. Resistiendo el deseo de clavar profundamente sus dedos dentro de Nabiki, Ranko dejó de chupar su clítoris y en su lugar comenzó a morderlo con delicadeza. Sintió el cuerpo de Nabiki empezar a estremecerse debajo suya.

Nabiki mordió su labio mientras se corría, sus espasmos provocaron que clavara con dureza los dedos dentro del pasadizo de Ranko. Vio agitarse el cuerpo de la chica mientras sus dedos fueron empapados por el orgasmo de Ranko.

Después de que la emociones se apaciguaran, Ranko se deslizó hacia arriba y le dio a Nabiki un beso. Nabiki se saboreó en los labios de Ranko. Entonces, Ranko agarró las manos de Nabiki y las lamió, limpiándolas de sus propios fluidos. Luego se abrazaron y sujetaron la una a la otra durante varios momentos.

“Um, ¿Nabiki?” preguntó Ranko.

“¿Si, Ranko?”

“¿Eres lesbiana?”

“¿Esperas hasta AHORA para preguntarme eso?” dijo Nabiki, ligeramente contrariada por lo absurdo de la pregunta.

“Quiero decir, ¿Has tenido sexo con otra chica?” preguntó Ranko sin rodeos.

“No, tú eres mi primera. ¿Por qué?” preguntó Nabiki.

“Bueno, yo solía tener uno de éstos,” insertó su dedo en Nabiki y lo paseó con delicadeza por su himen de un lado a otro. “Y lo perdí con otra chica. Aunque no me arrepiento de eso, en ocasiones me he preguntado si hubiese sido mejor si hubiese perdido mi virginidad con un hombre.”

“Sip. ¿Cuál es la cuestión?” preguntó Nabiki.

“La noche está lejos de terminar, así que tienes que tomar una alternativa. Podemos seguir de la forma que estamos, y puedo darte el mayor placer que hayas experimentado antes. O,” señaló hacia la puerta. “puedo salir por ésa puerta y volver como un hombre, proporcionándote un tipo de placer completamente distinto.”

“Pero, ¿No me dolerá?” preguntó con nerviosismo Nabiki.

“Va a haber dolor de todas maneras, pero el placer bien lo merece.” Replicó Ranko. “Así pues, ¿Qué va a ser?”

“Ranko, te quiero. Completamente. Incluida tu mitad masculina.” Respondió Nabiki, y la besó.

“De acuerdo, entonces. Regresaré enseguida.” Dijo Ranko, y se dirigió hacia la puerta.

“¿Ranko?” dijo Nabiki.

“¿Si, mi amor?” dijo Ranko, obteniendo un sonrojo de la ya sonrojada cara de Nabiki.

“Sé que es tarde, pero sigue sin ser una buena idea pasear por ahí desnuda en una casa llena de gente.”

“¡Oh!” dijo Ranko, y se sonrojó. “Olvidé que no estamos solos en la casa.” Dijo mientras agarraba los boxers y la camiseta, ignorando las risitas de Nabiki.

“Disculpa.” Dijo Nabiki con una sonrisa. “Ahora vete, y date prisa en volver, antes de que empiece sin ti.” Observó mientras Ranko se marchaba.

“¡He vuelto!” llamó Ranko-kun cuando volvió, en una voz mucho más grave.

“¿Qué te tomó tanto tiempo?” preguntó Nabiki.

“Tuve que secarme, ¿Vale?” dijo Ranko. “Es decir, ¿No querrías que volviese chorreando, verdad?”

“¿Por qué no? Estabas chorreando cuando te fuiste.”

“Bueno,” dijo Ranko mientras trepaba dentro de la cama. “Parece que he resuelto un problema y he causado otro.”

“Ya veo.” Dijo Nabiki, bajando su mirada hacia el bulto en sus calzoncillos. “Y yo esperaba que ésos se te acomodaran mejor cuando fueras un chico.”

“Bueno, como tú dijiste, ‘No podemos estar uno de los dos desnudos, ¿Verdad?’” dijo Ranko, y arrojó su camiseta y sus calzoncillos.

“¡Wow!” jadeó Nabiki cuando la erección de Ranko saltó a la vista. “¿Todas son así de grandes?”

“Estoy sobre la media, aunque las he visto más grandes.” Respondió Ranko.

“¿Te das cuenta de que un hombre de verdad no habría admitido eso?” Dijo Nabiki, y agarró su miembro, percibiendo cuán duro estaba.

“Así que, ¿Ahora tengo que probar mi hombría?” preguntó, y gimió mientras ella acariciaba su polla.

“Creo que dejaremos que tu hombría se pruebe por si sola.” Dijo, y rápidamente se la metió en la boca.

Ranko gimió mientras ella chupaba con gentileza la cabeza de su pene. Colocó sus manos en la parte posterior de su cabeza y la empujó amablemente, impulsando más de sí mismo dentro de su boca.

Nabiki se dio por aludida y empezó a oscilar su cabeza de arriba abajo, abarcando cada vez un poco más de su erección. Cuando no pudo abarcar mas, empezó a chupar con más fuerza y paseó su lengua hacia atrás y hacia delante.

Ranko gruñó y explotó en su boca. Se desplomó de espaldas en la cama mientras su orgasmo decaía y sintió a Nabiki liberar su flácido miembro.

Nabiki tragó mientras engullía la simiente de Ranko y se arrastraba hacia arriba para tumbarse junto a él.

“Bueno, ¿Soy un hombre?” preguntó Ranko, y la besó, metiendo la lengua dentro para lamer algunas gotas de semen que quedaban.

“No creo que un hombre de verdad hubiera anhelado probar esperma, incluso si es el suyo propio.” Dijo Nabiki tras romper el beso.

“Le he cogido el gusto.” dijo Ranko.

“Apuesto a que si. Bien, que empiece el evento principal.” Dijo Nabiki y empezó a frotar el pene de Ranko, su dureza regresando rápidamente bajo sus dedos.

Ranko hizo rodar a Nabiki sobre su espalda y agachó su cabeza para chupar su pezón derecho. Estiró una mano para acariciar su otro pecho mientras la otra mano bajaba para jugar con su clítoris.

Nabiki gimió mientras la ola de sensaciones la inundaba. Estiró una mano y recorrió de un lado a otro los firmes músculos de pecho de Ranko.

Ranko paseó un dedo por la abertura de Nabiki para averiguar lo húmeda que estaba. Satisfecho, decidió que era el momento. Abrió sus piernas y colocó su miembro en su abertura. Delicadamente, apretó hasta que la cabeza de su pene presionó el himen. “¿Lista?” preguntó.

Nabiki asintió, su ansia por un placer mayor bloqueando cualquier miedo que hubiera podido tener.

Ranko arremetió hacia delante con mayor dureza, rompiendo su barrera y dirigiéndose a sí mismo más profundamente dentro de ella. Bajó la mirada para ver una lágrima rodando por la mejilla de Nabiki. “¿Estás bien?” preguntó.

“Sigue doliendo un poco.” Dijo Nabiki, el miedo en su voz era evidente.

“Shh.” La tranquilizó Ranko. “Lo haré mejor.” Se retiró hasta que sólo la punta de su erección estaba dentro de ella y empujó dentro de nuevo. La sacó y empujó de nuevo, estableciendo un ritmo lento.

Nabiki jadeo mientras cada embate lavaba el dolor y lo reemplazaba con placer. Comenzó a alzar su cadera, coincidiendo con Ranko embate por embate.

Tras unos minutos, Ranko se sintió en el límite. Aumentó su ritmo, decidido a hacer que Nabiki se corriera primero.

Nabiki sintió su acelerar el ritmo y gimió, sintiendo cómo las sensaciones alcanzaban rápidamente su cima. Pegó un grito mientras se corría, empapando la polla de Ranko con su miel.

Sentir los espasmos del cuerpo de Nabiki en torno a él fue suficiente para enviar a Ranko por encima del límite. Dio un empujón final y se corrió dentro de ella. Cuando su orgasmo amainó, se derrumbó en la cama junto a Nabiki.

Nabiki se inclinó y le dio un cariñoso beso a Ranko. Fijaron los ojos en los del otro durante lo que les pareció una eternidad.

“Bueno, ¿Te gusto mas como chico o como chica?” preguntó Ranko.

“Creo que tendré que hacer investigaciones más profundas antes de responder a eso.” Replicó Nabiki.

“No esta noche, espero. Estoy exhausto.” Dijo él.

“Yo también.” Dijo ella. “Espera aquí.” Nabiki se levantó y abandonó la habitación.

Y ella me dice de vestirme antes de salir, pensó Ranko.

Unos minutos más tarde, Nabiki volvió portando un vaso y una toalla.

“¿Para qué es eso?” preguntó Ranko.

*Splash*

“¡Ow!¡Está caliente!” ladró Ranko-chan.

“Lo siento.” Dijo Nabiki y la pasó la toalla.

“¿Por qué me quieres como chica?” preguntó Ranko. “Pensé que ya tuvimos bastante por esta noche.”

“Con el sexo, si.” Respondió Nabiki. “Pero así eres mucho más suave.” Brincó dentro de la cama y se acurrucó cerca de la chica.

“Cero que veo tus motivos” dijo Ranko, y giró el interruptor de la luz de al lado de la cama. “Buenas noches.”

“Buenas noches.” Dijo Nabiki. “¿Ranko?”

“¿Si?”

“Te quiero.”

“Yo también te quiero, Nabiki.”

 

Próximo episodio: Alguien averigua acerca de nuestros nuevos amantes. Una de las diosas llega como prometió, y le saca la mierda a golpes a alguien. Y nosotros aprenderemos que nunca debemos beber nada que nos ofrezca una aprendiz de diosa del amor. Nos vemos en ‘Té de limón’

 

Weno, pos aquí tenéis otra traducción, bastante picantilla, por cierto. >:) Espero q la disfrutéis. ;) Lamento deciros que su autor no la ha terminado, y no sé si lo hará porque no he podido contactar con él. Pero weno...

Saluditos a mis queridísimas Némesis y Danae, a todo el foro del Portal y a los que os tomáis la molestia de leerme. ¡Gracias! ^_______^

I-kun