Amor Perdido
Por Falcon

Editado por:
El RanMaster

NARRADOR
El parque principal del distrito de Nerima vio súbitamente interrumpida su habitual calma nocturna. Desde los verdes escondrijos del parque escapó un nervioso y apresurado joven. La razón de su agitada situación, por ahora, desconocida...

Casa de los Tendo, poco tiempo antes...

AKANE
¿Dónde se encontrará Ranma? Ya es muy tarde y aún ha llegado... ¿Dónde se habrá metido?...

Quién pensaría que yo, Akane Tendo, podría comenzar a preocuparme por Ranma, sin llegar al enojo. Si esto hubiese pasado hace dos años atrás, yo ya estaría preparándome para matarlo... Todavía recuerdo cuando ambos aceptamos lo que sentíamos el uno por el otro... y cuando todo cambio...

—o—
*FLASHBACK*
2 Años antes

    —Ranma, Ranma, ¿qué es lo que haces a estas horas en mi cuarto?
    —Es que no podía dormir y decidí venir a ver que hacías. Y tú, ¿por qué no duermes?
    —Es que tampoco he podido conciliar el sueño.
    —¿Qué tal si salimos al tejado?...

*FIN DEL FLASHBACK*
—o—

... Aún lo recuerdo como si fuera ayer...

Ambos salíamos por la ventana. Sin que ninguno de los dos lo esperase, yo resbalé bruscamente. Ranma se abalanzó rápidamente a por mí, con el objetivo de aligerar mi caída. En ese momento sentí su corazón latir con fuerza al igual que el mío, juntos los sentimos, pues Ranma me había abrazado involuntariamente, a la vez que giró sobre sí mismo para amortiguar mi cuerpo contra el suyo. Ya en el suelo, nos dimos un maravilloso beso, lleno de amor y cariño... Y entonces nos dimos cuenta que nos amábamos con locura y, aunque nuestro persistente orgullo no nos permitía demostrarlo regularmente... no podríamos negarlo por siempre.

¿Cómo algo tan sencillo puede llegar hacer tanto a dos personas? Gracias a una caída... una de tantas de las que él me salvado, ha llegado a unirnos profundamente.

Y aunque incluso ahora seguimos peleándonos como antes, siempre el amor que nos tenemos termina por sobreponerse a nuestro enojo. Nuestro amor ha crecido y se ha fortalecido a cada día que pasa; sorteando muchos problemas y, por supuesto personas. Siempre hemos podido sobreponernos juntos a todo esto, y ahora en verdad siento que nada ni nadie podrá llegar a separarnos...

Parece que alguien toca la puerta. Ha de ser ese desconsiderado. ¡Ya verá, me las va a pagar!... A quién engaño; en cuanto le vea lo besaré inmediatamente... En fin, mejor será que vaya a abrir.

Y Shampoo comenzó a hablarme. Mientras me platicaba paso a paso lo que al parecer había ocurrido con Ranma, mi corazón estallaba de dolor y odio, mientras lágrimas corrían por mi cara esperando que él llegara y me dijera que todo eso era una gran mentira de la amazona china... Lágrimas de esperanza.

Mientras sus palabras se encajaban en mi alma y en mi corazón como ardientes espinas, me parecía como si el tiempo se hubiese detenido. En eso vi a Ranma que se acercaba corriendo hacia nosotras. No esperé ninguna reacción por parte suya o de Shampoo y le pregunté si todo lo que me había dicho la amazona era cierto. Él solo bajó la cabeza... ¡eso fue como una horrenda puñalada en mi corazón! No lo soporté más y salí corriendo hacia mi cuarto, hecha un mar de lágrimas. Todos se me quedaron mirando, preguntándose que habría pasado...

RANMA
No puedo creerlo. Había llegado tarde... ya Shampoo le había contado todo. Akane me preguntó si todo era cierto y yo no pude más que quedarme callado y bajar la mirada. Me siento como la peor persona del mundo.

Dejé a Shampoo sola y mientras entraba a la casa me pareció oír un par de carcajadas de parte suya. Eso ya no me importaba. Al parecer había cumplido su cometido, y yo había caído como un tonto en su ardid. Me dirigí rápidamente hacia mi cuarto, mientras evitaba responder a las preguntas que me formulaban todos acerca de lo que había ocurrido. Escribí rápidamente una carta para Akane y preparé mi mochila para marcharme de aquí. No podría volver a mirarla a los ojos sin sentir pena por mí, por haberla perdido a ella, mi gran amor.

Me despedí rápidamente de todos y salí a la calle. ¿Adónde voy? No lo sabía... ¿Alguna vez regresaré? Eso tampoco lo sabía. Pero lo que sí sabía es que algún día la volvería a ver, porque mi amor por ella es eterno, aunque ahora haya fallado.

AKANE
Ya ha pasado la noche. Me desperté aun con lágrimas en mi rostro, esperando que todo hubiera sido solo un mal sueño. Esperando que Ranma estuviera ahí, aguardándomepara desayunar junto a mí. Bajé las escaleras en dirección al comedor, pero no lo vi; en cambio, percibícaras de angustia en todoslos que aquí viven. En ese momento me di cuenta que todo en verdad había sido real.

Todo había acabado ya. Seguí llorando en mi habitación. Me dijeron que Ranma se había ido. Alguien tocó en mi puerta; le dije que pasara. Era mi hermana Kasumi que me traía una carta que Ranma me había dejado antes de partir.

—o—
*CARTA*

Akane:
Esta es mi confesión, espero que sepas comprenderme...

Iba caminando por el parque cuando, de pronto, apareció Shampoo desnuda tras de un árbol. Se acercó a mí caminando sensualmente. Su largo pelo del color azul cielo le tapaba los senos y le confería un aspecto virginal.

Denotando aún más su delgada figura, así como sus piernas de larguísima belleza, era imposible dejar de verla; parecía irradiar una tenue luz que la iluminaba a ella y poco más. Yo me quede perplejo, nunca habría imaginado que sé vería tan bien y tan... triste. Sí, su bello rostro de pómulos salientes y ojos claros estaba triste. Muy triste.

Sólo pude decir: “¿qué te pasa?”. Ella no contestó. Llegó hasta mí y se agachó. Vi su espalda blanca, con la espina dorsal queriendo rasgar su fina piel y salir. Mientras un par de lagrimas recorrían su rostro, intente acercarme a ella, pero no pude: era como si algo me hubiera detenido.

Ella se levantó de nuevo y se acerco a mí, quedando justamente enfrente de mí. Acarició dulcemente mi áspero rostro y me besó. Yo estaba quieto, te lo aseguro. Ni siquiera devolví su beso. Sencillamente no me podía mover. Estaba paralizado. Su belleza y su ternura me tenía inmovilizado delante de ella. Sabes, en verdad, eres la única persona en el mundo a la que he amado. Nunca te traicionaría. Eres mi amor. Mis sueños y esperanzas. Mi vida. Quizá si no hubiera caído en la tentación no hubiera ocurrido nada de lo que ha sucedido, pero... no pude resistirme. Lo siento mucho, amor mío.

Ella me besó en la oreja, como tanto me gusta, y me susurró al oído: “soy tu deseo y he venido a hacerte el amor”. Me quitó la camiseta y la tiró al suelo. Me cubrió de besos el pecho, mientras con sus manos me acariciaba la espalda en un vaivén interminable. Se agachó y me desabrochó el pantalón y lo bajó. Así, de cuclillas como estaba, se metió mi pene en la boca. Lo cubrió completamente de saliva. Jugó con su lengua en la punta, haciendo círculos. Entonces se levantó y me besó en la boca. Se acomodó mi pene entre sus piernas y me acarició la espalda llegando hasta donde ella quiso. Yo estaba hirviendo. Quería penetrarla de una sola vez (lo siento tanto, amor mío), pero ella iba muy lenta. Todo lo hacía dulcemente y sin prisa.

Cuando lo creyó oportuno me tumbó en el suelo. Terminó de quitarme los pantalones y los puso junto a la camiseta. Se acomodó entre mis piernas e introdujo de nuevo mi pene entre sus labios. Ver esa cabellera azul subir y bajar me volvió loco. Me corrí en su boca. Ella se lo bebió todo y me dio un largo beso.

Entonces ella se dejó caer al lado mío y se abrió de piernas. Me dijo: “hazme tuya”, y yo, que todavía estaba empalmado, no dudé ni un momento. Me puse encima de ella y la penetré bruscamente. Ella soltó un grito y me susurró: “con calma, por favor. Me duele. Hazlo suavemente. Tómate tu tiempo. Mírame, siénteme, disfrútame”.

Salí de dentro de ella y me arrodillé entre sus piernas. Era realmente preciosa. Un delgado cuerpo, blanco como la nieve, todo para mí. Recorrí la sedosa piel de sus piernas con ambas manos, desde los tobillos hasta el claro pubis. Acaricié su entrepierna, caliente y húmeda. Subí una mano a su vientre. Tenía una cicatriz. La toqué. Debió haber sido una herida muy profunda. Me fijé en sus senos, grandes y blancos, coronados por dos puntiagudos pezones. Subían y bajaban al ritmo de su respiración.

Estuve mirándola cinco minutos. Como ya te he dicho, cariño, era preciosa. Incluso con ese extraño velo de tristeza que cubría su rostro. No pude resistirme más. Me cogí el pene con ambas manos y la penetré lentamente, como ella quería. Gimió tímidamente al entrar y a cada sacudida me decía que me quería. O que fuera más despacio. O más rápido. O que siguiera así, que le encantaba. O que llegaba al orgasmo.

Yo seguí embistiéndola y proporcionándole orgasmos sin parar. Cuando ella hubo alcanzado varias veces ya la cúspide del placer todo cambió. Me agarró por la cabeza y llevó mi oreja a su boca. Me susurró: “ahora me toca a mí”.

Me recostó en el piso al tiempo que se ponía por encima de mí. Mientras sus manos acomodaban mi pene entre sus piernas me susurraba lo bello y placentero que era estar conmigo. En ese preciso momento se dejo caer sobre mí y me sentí entrar completamente en ella. Entonces empezó a moverse con suma velocidad, en verdad me volvía loco de placer. En poco tiempo eyaculé. Ella se recostó sobre mi pecho mientras con sus manos acariciaba mi cabeza al tiempo que me daba un fugaz beso. En ese momento todo a mi alrededor se nubló.

Desperté sumamente cansado y completamente desnudo poco tiempo después. Aún era de noche. Rápidamente busqué mi ropa y me vestí. Salí de aquel parque y vine hacia la casa, donde la encontré platicando contigo al parecer de lo antes sucedido. Mi amor, esa es la verdad y aunque sé que tal vez nunca me perdones, debes saber que nunca deje de pensar en ti... Aun ahora mientras me alejo de tu lado, en busca de la paz interior que he perdido, pienso en ti.

Me despido, deseándote que ojalá algún día esto no te haga más daño del que yo ya te he hecho.

Me despido, esperando que algún día nos volvamos a ver, AMOR MIO...

Ranma Saotome.

*FIN DE LA CARTA*
—o—

AKANE
Dejé caer la carta mientras mi corazón se rompía una vez más en mil pedazos. Deseaba poder decirle que lo perdonaba, que mi amor por él era más grande que solo un momento de debilidad por parte suya. Pero mi orgullo no me permitió decírselo y ahora lo he perdido. Mis manos apretaron con rabia y soledad la última parte de él que aún me quedaba, deseando jamás perderlo por completo, mientras juro esperarlo por siempre, ya sea en esta vida o en la otra, eso no importa; pues ya habrá tiempo para que él regrese y yo perdone, eso lo sé.

NARRADOR
El fin de un amor que parecía irrompible se divisa ahora, mientras dos personas separadas por el destino se juran que se encontraran; una en Nerima, la otra vagando por el mundo. Pero en ambas almas, la misma esperanza: regresar de nuevo a su Amor Perdido.

______________________________

COMENTARIOS DEL AUTOR...
Este es mi segundo Ranfic Lemon. Espero que me haya salido mejor que el anterior. ^_^

AGRADECIMIENTOS A:
El RanMaster, autor del Sitio *Ranfic Palace*, y futuro editor de mis Fanfics (eso espero); ya que si no me hubiera inscrito en su lista, jamás hubiera empezado a escribir Fanfics.

AUTOR: Falcon

Para cualquier comentario, crítica o lo que sea que quieran comentarme a:

Todos los personajes mencionados en esta obra son propiedad de sus respectivos autores